El asesinato de un hombre bueno ...y los medios

Realmente es un drama y una vergüenza que en esta Europa del siglo XXI todavía haya quien quiera emplear las pistolas, las amenazas y las bombas para cumplir sus “objetivos”. Es un drama la muerte de Ignacio Uría asesinado de dos tiros en las calles de su pueblo mientras iba a jugar a sus cartas. Pero...¿Y el papel de los medios?

 ETA sigue su huida hacia adelante haciendo sólo lo único que pueden hacer. Han perdido casi todas las oportunidades de acabar con la muerte de una vez por todas. Yo sigo creyendo que sólo con una solución dialogada se acabará el conflicto. La policía hace su trabajo, y es necesario. Sólo una ETA acorralada podría reflexionar sobre lo absurdo de su cruzada. Pero no es menos cierto que siempre hay jóvenes dispuestos a seguir la absurda lucha, y eso se acaba con una resolución pactada.

A partir de aquí un par de reflexiones periodísticas. Por ejemplo, la irrelevancia de los detalles personales a la hora de magnificar un asesinato. La gravedad de la muerte de Uría sería la misma si este empresario hubiera sido un empresario explotador, lleno de enemigos y marcado por una familia desestructurada. Se tiende a realzar las bondades de los asesinados, pero son irrelevantes.

A Ignacio Uría lo han matado por empresario, por simpatizante del PNV y por participante en la Y Vasca, pero no por ser un hombre bueno, aunque lo fuera. En otro caso de estos días, tenemos en Zaragoza la detención del presunto asesino de un hombre en la calle Moncasi de la capital. En el primer titular del Periódico de Aragón se hacía énfasis en la condición gay de la víctima, en el Heraldo, que era albañil. ¿Por qué asesinaron a este hombre? ¿Por gay? ¿Por albañil? ¿Por casualidad?. En la resolución de esta pregunta está la corrección o no del titular.

Por otro lado, la precaucion extrema (en muchos casos, que otros se la saltan) a la hora de tratar las imágenes sangrientas en los atentados y que, sorprendentemente, no se extienden en otros atentados (véase Bombay). Usar el asco, la sangre o el dolor a la hora de “informar” debe tener una misma respuesta en los medios, independientemente de la situación. Realmente ni yo mismo tengo una opinión plenamente formada al respecto, y depende, con mucho, de la subjetividad para elegir que es “excesivamente” sangriento o informativo.

Por ejemplo, hemos visto las imágenes de los tiroteos de Bombay, pero en el medio de comunicación que me paga decidieron no emitir el tiroteo de Alicante donde murió un atracador que ya se había rendido después de correr y disparar, eso sí. Sin embargo, se primó “no herir a la audiencia” sobre el hecho informativo de ver a la policía tiroteando a un hombre con una pistola en la mano en alto. ¿Subjetivo?.