Javier Larrainzar sigue fiel a un estilo que ya ni es estilo. Lo que alguna vez disfrazó de elegancia no es más que aferrarse a unos patrones simples y repetitivos, confeccionarlos en gasas floreadas, chiffones de colores neutros y aderezarlos con un sombrerito. Es el top of the tops para acudir a una boda Hola -mejor un poco wannabe-. Para muestra el vestido que llevó Malena de supermodelo a la boda de la hermana de su novio, Javier Hidalgo. Bien podría haberlo lucido ella sobre la pasarela. Ah, no, que no desfila en Cibeles. Javier Larrainzar tampoco debería.