La suspensión de Costa induce a Camps a tomar decisiones en el nuevo escenario del PP

Valencia.-  La suspensión cautelar de militancia de Ricardo Costa, decidida en Madrid, ha abierto un nuevo escenario en el Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), donde su presidente, Francisco Camps, está dispuesto a tomar "las decisiones que correspondan" para mantener la unidad.

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(EFE)

El president de la Generalitat, Francisco Camps. EFE/Archivo

La medida que adoptó ayer la dirección nacional del partido ha aumentado la intensidad de las voces que cuestionan la gestión del presidente valenciano en torno al caso "Gürtel", tanto a nivel autonómico como nacional, y ha alineado el discurso de sus principales apoyos.

Uno de los más contrariados es el presidente provincial del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, quien considera que el ex secretario general del PP de la Comunitat Valenciana Ricardo Costa no debería ser el único "afectado" por la relación del partido con la supuesta trama de corrupción.

Costa "no es la única persona que debería verse afectada", ha dicho a los periodistas Ripoll, quien se reunió la pasada semana con los otros dos presidentes provinciales de la Comunitat Valenciana, Carlos Fabra (Castellón) y Alfonso Rus (Valencia), para plantearle a Camps "la necesidad de tomar algunas medidas que cierren definitivamente las repercusiones del caso Gürtel" en la Comunitat.

Precisamente, Fabra ha reconocido estos días que "cuando hay un lío como este siempre hay alguno que lo paga, y en este caso le ha tocado a Ricardo, qué le vamos a hacer".

Pero el ataque más directo contra el president de la Generalitat ha procedido del ex ministro de Ciencia y Tecnología y diputado del PP por Castellón Juan Costa, hermano de Ricardo, quien ha dicho que Francisco Camps "no ha estado a la altura de lo que se exige de un líder político" en la "crisis" que atraviesa su partido.

Sobre la suspensión de militancia de Ricardo Costa, ha admitido que no puede ser "objetivo" porque se trata de su hermano, si bien no cree que se le haya tratado de una "manera justa", y piensa que la sanción "no se ha explicado" convenientemente y que "para muchas personas puede resultar arbitraria".

En el lado opuesto a estas opiniones detractoras, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha ratificado la confianza de la dirección nacional en Camps, de quien no se duda "de ninguna manera", y ha pedido perdón a los militantes del partido por el comportamiento "impropio" de Ricardo Costa.

"Intentar seguir ejerciendo un puesto que ya no le corresponde es completamente impropio, y así lo considera todo el partido", ha dicho Cospedal para justificar la suspensión de militancia de Costa, quien hasta ayer mismo se seguía sintiendo "secretario general" del PPCV.

La decisión de suspenderle fue tomada por el secretario del Comité Nacional de Derechos y Obligaciones, Carlos Argos, y por el presidente de este órgano, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha asegurado que se hizo "pensando en el interés del partido".

En esta línea, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha suscrito la disculpa de la secretaria general y la declaración de intenciones de Camps: "Eso es lo que hay que hacer, solventar la situación".

El presidente de la Generalitat aseguró ayer que tomaría las "decisiones que correspondan" para que el PPCV "siga siendo" un partido "fuerte y vibrante", y que lo haría "como siempre", buscando el "máximo consenso de sus compañeros".

Los periodistas le han pedido hoy a la portavoz del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, que aclarase esta advertencia, a lo que ella ha contestado: "creo que el presidente dijo lo que tenía que decir, y no cabe interpretación".

Para la portavoz, "el presidente Camps ha liderado un proyecto que tiene un respaldo absoluto", y "todos" los que trabajan con él le apoyan "contundente e íntegramente".

Entretanto, el desencadenante de este espacio de tensión, Ricardo Costa, desprovisto de sus cargos y de su militancia, conserva el escaño número 98 en Les Corts Valencianes y no está obligado a abandonar el grupo parlamentario popular, a no ser que sus diputados lo decidan por mayoría absoluta.