Las enfermedades de pobres afectan a 50 millones de personas del primer mundo

Madrid.-  El 95 por ciento de los 1.000 millones de personas afectadas por enfermedades "olvidadas o desatendidas", endémicas de los países menos desarrollados, viven en el "primer mundo" y su número va en aumento debido a los fenómenos migratorios internacionales o las bolsas de pobreza que surgen en occidente.

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(EFE)

Una enfermera toma una muestra de sangre a una niña en un centro de atención médica en la ciudad de Ouanaminthe (Haití). EFE/Archivo

Son datos aportados por expertos del curso "La lucha frente a las enfermedades de los pobres. ¿Responsabilidad o necesidad?", organizado por el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), dependiente del CSIC, y la Fundación BBVA.

En rueda de prensa, Clara Menéndez, del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona, ha destacado que sólo el 10 por ciento de los recursos mundiales dedicados a prevención e investigación se dedica a patologías que afectan al 90 por ciento de la población y viceversa.

Sin embargo, se reconoce una mayor atención científica, social y de vigilancia epidemiológica por parte de los países desarrollados en la medida en que comienzan a verse cada vez más afectados.

Enfermedades respiratorias, diarrea, tuberculosos, malaria, cisticercosis y hasta una decena de dolencias cuestan miles de millones de dólares al año a los países que las sufren, muchas veces porque los virus que las causan mutan y se hacen más resistentes.

Por ejemplo, la malaria supone 12.000 millones de dólares anuales en África, cuando sólo controlarla eficazmente en los 82 países con más casos costaría 3.200 millones de dólares.

Menéndez ha dicho que es quizás la enfermedad menos olvidada, pero tal vez la más desatendida, ya que es la cuarta causa de muerte de embarazadas.

El director del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Cayetano Heredia, de Lima (Perú), ha señalado que reducir el número de casos de tuberculosis cuesta a la ciudad de Nueva York un millón de dólares por paciente, cuando sería más eficaz dedicar estos recursos a prevenir la expansión desde los lugares de origen.

En países del sur de Europa los inmigrantes pueden ser un 6 ó 7 por ciento del total de población, pero sufren el 30 por ciento de los casos.

Ha llamado la atención sobre cómo la pobreza genera enfermedades y éstas provocan más pobreza; ha apelado a la responsabilidad del primer mundo y ha reconocido el impacto de la inmigración, aunque ha advertido contra la xenofobia.

En el caso de España, aparte del aumento de la tuberculosis, se ha citado la enfermedad andina de Chagas, cuya presencia en Murcia (418 casos) supone la mayor concentración de pacientes fuera de la zona endémica, según un estudio del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de esa comunidad.

Menéndez ha indicado que los casos de malaria han crecido exponencialmente, pero son "importados".

El director del CIB, Vicente Larraga, ha asegurado que el sistema sanitario español está preparado para afrontar estas enfermedades, y el investigador del Instituto Gulbenkian de Portugal, Michael Parkhouse, ha enfatizado que es responsabilidad ética y necesidad ocuparse de patologías "desatendidas y olvidadas".