Condenan a cuatro militares chilenos y absuelven a uno por el homicidio de un coronel

Santiago de Chile.-  Cuatro oficiales retirados del Ejército chileno, dos de ellos generales, fueron condenados hoy a prisión y un quinto, también general, fue absuelto en el juicio por el homicidio, en 1992, de un coronel, tras haberse detectado un contrabando de armas a Croacia, informaron fuentes judiciales.

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(EFE)

El caso del tráfico de armas se remonta al 1 de diciembre de 1991, cuando las autoridades húngaras interceptaron en Budapest un cargamento de 11,5 toneladas de armas procedentes de Chile, valoradas en más de 200.000 dólares. EFE/Archivo

El coronel Gerardo Huber, jefe de adquisiciones de Logística del Ejército, que fue encontrado muerto, con el cráneo destrozado, el 20 de febrero de 1992, tras haber permanecido desaparecido un mes y de haber declarado ante la Justicia en el caso del tráfico de armas.

Durante trece años el caso fue calificado de "suicidio" hasta que el juez Pavez, que asumió la investigación hace cuatro años, le cambió el rótulo a homicidio, tras determinarse que Huber había sido muerto de un disparo en el cráneo hecho desde larga distancia, presumiblemente por un tirador experto.

El caso del tráfico de armas se remonta al 1 de diciembre de 1991, cuando las autoridades húngaras interceptaron en Budapest un cargamento de 11,5 toneladas de armas procedentes de Chile, valoradas en más de 200.000 dólares.

El cargamento, rotulado "ayuda humanitaria", iba destinado a Croacia, afectada entonces por un embargo de la ONU a la compra de armas, debido a la guerra de los Balcanes.

En un fallo de primera instancia, el juez Claudio Pavez, de la Corte de Apelaciones de San Miguel, sentenció a 10 años de prisión, cinco por asociación ilícita y cinco por homicidio, al general retirado Víctor Lizárraga, ex subdirector de Logística del Ejército.

A ocho años de prisión, cuatro por cada delito, fue condenado el ex jefe del batallón de Inteligencia, brigadier Manuel Provis, mientras el ex director de Logística, general Carlos Krumm, fue sentenciado a 541 días de presidio por asociación ilícita y absuelto del delito de homicidio.

El ex coronel Julio Muñoz, que era amigo de la víctima y que según la familia Huber le tendió la celada que acabó en su secuestro y muerte, fue condenado a 540 días por asociación ilícita, más 60 días como encubridor del homicidio.

El general retirado Eugenio Covarrubias, ex jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), que estaba también procesado, fue absuelto de ambos delitos por el juez Pavez.

Adriana Polloni, la viuda de Gerardo Huber, comentó tras conocer el fallo, que es valioso que se haya conocido la verdad, pero lamentó que no se haya identificado al autor material del disparo que terminó con la vida de su marido.

Los imputados, en tanto, anunciaron que recurrirán el fallo, lo que según fuentes del tribunal, podría extender el caso unos tres meses más, hasta el pronunciamiento definitivo de la Corte Suprema.

El brigadier Provis, que acudió personalmente al tribunal para ser notificado, insistió en que Gerardo Huber se suicidó y aseguró que la víctima "tenía problemas de depresión".

Según el dictamen del juez, todas las penas deberán cumplirse de manera efectiva, sin ningún beneficio, mientras en la parte civil determinó que los condenados deben pagar de forma solidaria una indemnización 400 millones de pesos (unos 727.000 dólares) a la viuda e hijos de la víctima.