Las 2 mujeres asesinadas a tiros por sus maridos elevan a 45 las víctimas en 2009

Madrid.-  Las dos mujeres asesinadas a tiros en las últimas horas, en Alicante y Tarragona, presuntamente por sus maridos, que luego se han suicidado, elevarían a 45 el número de víctimas mortales de violencia de género durante este año.

Hasta el momento, el Ministerio de Igualdad ha confirmado la muerte de 43 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, y en investigación se encuentran dos casos más: uno en Sevilla (el de Marta del Castillo) y otro en La Línea de la Concepción (Cádiz). En 2008, hubo 75 víctimas de la violencia machista.

En la localidad tarraconense de Vila-Seca, un hombre mató la pasada noche a tiros a su mujer, de 40 años, en el domicilio que compartían y posteriormente se ha suicidado, lo que habría presenciado su hijo menor de edad.

Horas antes, en San Fulgencio (Alicante), un hombre de unos 72 años ha matado con una escopeta a su mujer, de 55 años, y luego también se ha quitado la vida.

El último caso confirmado de violencia machista tuvo lugar el pasado 21 de septiembre en Barcelona, donde un vecino encontró el cadáver de una mujer boliviana dentro de una maleta abandonada en la Gran Vía de esta ciudad y posteriormente fue detenido un joven de la misma nacionalidad con el que la víctima mantenía al parecer una relación sentimental.

Cinco de los sucesos tuvieron lugar en febrero, cuatro en marzo, dos en abril, diez en mayo, cinco en junio, seis en julio, cinco en agosto y seis en septiembre.

Ninguna mujer falleció en enero. De hecho, el primer caso registrado este año, el 5 de febrero en Parla (Madrid), rompió el periodo más largo sin víctimas de violencia machista de los últimos diez años, ya que no se contabilizaban fallecimientos por este motivo desde el 29 de diciembre de 2008.

Nueve mujeres murieron en Andalucía, la comunidad más trágica en cuanto a violencia machista se refiere. Ocho en Cataluña, siete en la Comunidad Valenciana, cinco perecieron en Canarias, cuatro en la Comunidad de Madrid, tres en Galicia, dos en el País Vasco y una en Extremadura, Ceuta, Castilla La Mancha, Murcia y Castilla y León, respectivamente.

Treinta eran españolas y trece extranjeras.

Veinticuatro convivían con el presunto agresor, dieciocho no y de una de las víctimas se desconoce.

Catorce mujeres tenían entre 31 y 40, ocho entre 21 y 30, siete entre 41 y 50, cinco entre 51 y 64, otras cinco eran mayores de 64 años y cuatro tenían entre 18 y 20 años.

Tan sólo catorce de las víctimas había presentado denuncia, y en seis de los casos se encontraban vigentes medidas de protección. Tres habían sido quebrantadas con consentimiento de la víctima y en otros tres casos no.