Michael Jackson fue fiel exponente de una dismorfofobia, según un dermatólogo

Logroño.-  El presidente de la Academia Española de Dermatología, Julián Conejo-Mir, sostiene que el cantante Michael Jackson fue "el fiel exponente de lo que es una dismorfofobia, de no estar contento con su físico y querer arreglarlo sobremanera, mucho más de lo que tenía que haberlo hecho".

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(EFE)

El fallecido cantante estadounidense Michael Jackson (en la foto) estaba descontento con su físico, según el presidente de la Academia Española de Dermatología, Julián Conejo-Mir. EFE/Archivo

En una entrevista hoy con EFE en Logroño, dentro del XXI Congreso Nacional de Dermatología, Conejo-Mir ha hecho estas declaraciones tras conocerse ayer que la autopsia realizada a Michael Jackson reveló que el cantante tenía los brazos llenos de marcas de pinchazos y que sufría artritis y problemas de pulmón, según un informe de la oficina del forense recogido por el portal TMZ.com.

Conejo-Mir, quien actualmente es catedrático de Dermatología de la Universidad de Sevilla, ha añadido que Michael Jackson padecía vitíligo, que es "una falta de melanina en la piel".

Según este especialista, "esa pose que tenía el cantante de ir con sombrero no obedecía a otra cosa que a protegerse excesivamente del sol porque él sabía que con esa piel tan blanca podría sufrir una cáncer de piel con una proporción altísima, igual que sucede con el albinismo".

Por ello, ha recalcado que "la pose de Michel Jackson no era por moda ni por ser más fashion, sino, símplemente, porque padecía una enfermedad de la piel, que era tan terriblemente sensible al sol que le produciría, inexorablemente, cáncer".

"Aparte de esa pose que tenía el cantante de cubrirse siempre -ha recalcado Conejo-Mir-, indudablemente, tenía muchas alteraciones en la piel, que sí son consecutivas de su deseo de cambiar su fisonomía".

Su perfil, ha precisado, responde a "personas que tienen dismorfofobia, (los dermatólogos) lo vemos mucho en la consulta diaria, que no están contentas con su físico, se operan muchas veces, quizá sin hacer falta; se rellenan, se hacen tatuajes y otras agresiones, pensando que su cuerpo va a mejorar el aspecto".

"Lo más terrible que les ocurre a estas personas -ha precisado este científico- es que no lo mejoran, sino que a veces lo empeoran, e, incluso, se convierte en una patología", que es la dismorfofobia.