Exhortan a Latinoamérica a redoblar la inversión social ante la crisis

Panamá.-  El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) alertó hoy de que la crisis económica derivará en un aumento del desempleo y la pobreza en Latinoamérica, por lo que exhortó a los Gobiernos de la región a redoblar la inversión social en la juventud que resultará afectada.

La directora para América Latina y el Caribe del UNFPA, Marcela Suazo, dijo en una entrevista con Efe que este impacto se vislumbra en los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo, que prevén que el desempleo crecerá este año un 8,5 por ciento.

"El afectado directo de la crisis va a ser el empleo, sobre todo en zonas urbanas, y sabemos que para los jóvenes (será más difícil) porque tendrán dos veces más oportunidad de perder su trabajo que otras personas y se sumarán al 20 por ciento (de su generación) que ya no están trabajando ni estudiando", indicó Suazo.

Añadió que los Gobiernos tienen que comprometerse a no reducir su inversión social y garantizar los avances logrados en el marco de las metas del programa de acción aprobado en El Cairo en 1994, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) y en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Suazo señaló que hay que lograr que los Gobiernos doblen esta inversión y que los donantes internacionales sigan aportando al compromiso asumido en 1994 con esta agenda, que fue asignada al UNFPA y sitúa a las personas como centro de las estrategias de desarrollo.

Destacó que en lo primero que hay que poner atención es en la actual transición demográfica, con unos 105 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años, que están accediendo al mercado productivo, "la más alta población (joven) en la historia de América Latina".

Agregó que "esta es una oportunidad si se toman las decisiones de política pública, sobre todo en esta crisis económica, de no reducir la inversión social en esta juventud para que tengan las condiciones necesarias para incorporarse a los procesos de desarrollo".

Los países Latinoamericanos tienen los próximos diez años para aprovechar este "bono demográfico" e invertir en esta juventud, según Suazo, y para, junto con los donantes, doblar "desde ya" los recursos financieros para las actividades de población relacionadas con los objetivos de la CIPD y los ODM.

Los recursos financieros destinados a asuntos de población rondan actualmente los 8.000 millones de dólares, detalló Suazo.

El 7 y 8 de octubre, el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), división de población de la CEPAL, y el UNFPA celebrarán en Santiago de Chile un seminario dentro de las celebraciones del 15 aniversario de la CIPD, para revisar los avances de su programa de acción.

El UNFPA sigue el plan de acción aprobado en la CIPD, cuyo horizonte es de 20 años, y formalmente concluye en 2014, y aporta sus conocimientos especializados sobre salud reproductiva y población a la colaboración mundial para alcanzar los ODM.

Suazo aseguró que en Chile se analizarán los avances de "estos quince años, cuáles han sido los logros que ha habido, las brechas y desigualdades que persisten, la necesidad de continuar, de redoblar esfuerzos y de invertir".

Se ha avanzado en mejorar la expectativa de vida, que en los últimos 50 años ha pasado de 40 a 70 años de media, y en acceso a la escolaridad, pero hay "retos pendientes" como la mortalidad materna, una meta que no se está cumpliendo y "de hecho Latinoamérica no va a cumplir en el marco de los ODM", afirmó Suazo.

En la conferencia de El Cairo, 179 países acordaron que satisfacer las necesidades en materia de educación y salud, inclusive salud reproductiva, es una condición previa para lograr el desarrollo sostenible a largo plazo.

Convinieron en un plan de acción para lograr el acceso universal a los servicios de salud reproductiva antes de 2015; educación primaria y universal, y eliminación de las desigualdades de género en la educación antes de 2015, así como reducción en un 75% de la mortalidad derivada de la maternidad antes de 2015.

Este plan de acción, esencial para alcanzar los ODM, también persigue bajar la mortalidad infantil, aumentar la esperanza de vida y reducir las tasas de infección con el VIH.