Madrid fía su suerte a la solidez del proyecto y al apoyo popular y político

Jesús García Becerril Copenhague.-  Jesús García Becerril

ampliar foto

(EFE)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (d), saluda al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jaques Rogge (i) ante el Rey Juan Carlos antes del encuentro que han mantenido hoy en Copenhague (Dinamarca).

Copenhague, 1 oct (EFE).- La candidatura de Madrid a organizar los Juegos de 2016 fía su suerte a haber podido persuadir a los integrantes del Comité Olímpico Internacional de que cuenta con el proyecto más sólido de los cuatro contendientes y a la unidad social y política que suscita en España.

Un centenar de esos integrantes del COI decidirá mañana a media tarde qué ciudad alberga los Juegos dentro de siete años, entre Chicago, Tokio, Río de Janeiro y Madrid.

Los hoteles donde se alojan las delegaciones han sido hoy un ir y venir de políticos, deportistas y representantes de ese pequeño pero influyente círculo que es el COI.

Los Reyes, Juan Carlos y Sofía, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han encabezado las gestiones que de manera informal y discreta se han llevado a cabo en esos hoteles para recabar los apoyos necesarios que lleven a Madrid a ser la sede olímpica en 2016.

El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón; la presidenta de la Comunidad de Madrid (gobierno regional), Esperanza Aguirre o el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, han seguido la misma línea de explicación del proyecto y de persuasión para convencerles de que Madrid es la mejor opción.

Entre todos habían podido entrevistarse hasta primeras horas de la tarde con medio centenar de miembros del COI, aproximadamente la mitad de los votantes, a falta de que algunos actos institucionales de la tarde permitieran nuevos contactos.

En su única intervención pública, una breve declaración a la prensa, el Rey expresaba su confianza en "convencer a todos" de las bondades del proyecto madrileño.

También ante los periodistas, el presidente del Gobierno ha manifestado que su pretensión en esos encuentros era escuchar las palabras de los miembros del COI, como un modo de "enriquecer las opiniones y la sensibilidad" de los interlocutores.

Todo ello para tener información que emplear mañana ante la asamblea olímpica: "aunque se diga que el voto está prácticamente decidido, queda un momento muy importante que es la presentación de la candidatura. Para ello es bueno conocer las preferencias y las inquietudes de los miembros del COI".

Zapatero ha subrayado factores como el "momento de oro" que vive el deporte español, el apoyo popular con que cuenta Madrid 2016, la unidad de los políticos de distinto signo en favor del proyecto, la capacidad ya demostrada por España de que puede organizar grandes competiciones y que el 77 por ciento de las infraestructuras necesarias ya están acabadas.

Consciente de la dificultad de esta carrera por ser sede olímpica, Zapatero no ha ocultado sus esperanzas ya que, como ha reconocido, siempre está "en la banda alta del optimismo".

Uno que comparte con Zapatero esa condición de optimista es el futbolista del Real Madrid Raúl González, que mañana intervendrá en la asamblea del COI.

"Mañana el que tenga dudas de que tenemos la mejor candidatura se le van a quitar y Madrid va a ser la ganadora", según Raúl, una impresión matizada por miembros de la delegación española cuya sensación tras los numerosos contactos mantenidos ayer y esta mañana es que "hay más promesas que votos" seguros para Madrid.

En este tramo final de la carrera por los Juegos de 2016, Londres se ha convertido en un referente para Madrid.

Por un lado porque hay el temor a que las aspiraciones de ser sede de los Juegos se vean perjudicadas por el hecho de que la capital británica acogerá los de 2012 y es difícil que pueda ser elegida una segunda ciudad europea.

Por otro lado, Londres parecía relegada a un segundo plano hace cuatro años, durante la votación en Singapur, pero finalmente se impuso, un ejemplo que Madrid quiere repetir mañana.