Steinmeier será jefe de grupo pero hay oposición a que sea presidente del SPD

Berlín.-  El todavía vicecanciller Frank-Walter Steinmeier se presentará hoy a la elección como nuevo jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, pero tras el desastre electoral sufrido por su partido en las elecciones del domingo parece cada vez menos probable que pueda asumir también la jefatura de la formación.

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(EFE)

El presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Franz Muentefering (d) y el candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) a la Cancillería y ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier (c), esperan a Andrea Nahles (i), ayer antes de la reunión del SPD.

El batacazo histórico que dejó al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en el 23 por ciento ha abierto una nueva fisura en la formación política de más antigüedad en Alemania y son pocos los que creen ya que Steinmeier pueda sacarla de la crisis.

El portavoz del ala más conservadora del SPD, Johannes Kahrs, se mostró hoy abiertamente en contra de una doble función de Steinmeier, como jefe del grupo y del partido.

"No se le puede pedir a nadie asumir estas dos tareas", dijo Kahrs en declaraciones a la emisora de radio "Deutschlandfunk", en alusión a que el enorme reto de renovación programática y personal que afronta el partido tras la catástrofe del domingo.

También el exponente del ala izquierda Ottmar Schreiner se mostró partidario de separar las funciones.

"Creo que tiene más sentido una solución de a dos. Tenemos una serie de figuras jóvenes que están llamadas a asumir puestos de responsabilidad", dijo Schreiner en declaraciones a la primera cadena de televisión pública "ARD".

"En estos momentos el SPD tiene muchas tareas ante sí y es mucho más difícil que lo pueda asumir una sola persona que dos", dijo Schriener.

Ni Schreiner ni Kahrs quisieron pronunciarse por candidatos concretos, pero en los corrillos políticos se barajan sobre todo dos nombres como potenciales presidentes una vez que el actual líder, Franz Müntefering, deje previsiblemente el cargo en el congreso ordinario de noviembre.

Uno de los nombres que suena es el del saliente ministro de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, un hombre con ambiciones y carisma que durante la campaña electoral ha sido de los pocos que han tenido gancho con su ferviente crítica a los planes de la canciller, Angela Merkel, de aplazar el abandono de la energía nuclear.

El otro es el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, también versátil y carismático como Gabriel, pero más el candidato de la izquierda del partido.

Lo que parece cada vez más claro es que no saldrá la apuesta a favor de Steinmeier formulada por el saliente Müntefering, quien hasta ahora sólo ha dejado entrever indirectamente su disposición a dejar la presidencia.

La agrupación regional de Berlín incluso se ha manifestado abiertamente en contra de que Steinmeier, como candidato a la Cancillería fracasado, asuma cualquier tipo de responsabilidad futura.

"Queremos nuevas caras, nuevos nombres. El cambio generacional debe emprenderse ya", dijo hoy el jefe del grupo socialdemócrata en el parlamento regional de Berlín, Michael Müller, en declaraciones a la emisora "rbb".

A diferencia de otros, Müller sí citó nombres: los de Gabriel y Wowereit, a los que sumó los de la vicepresidenta del partido Andrea Nahles y el ministro de Trabajo saliente, Olaf Scholz.

En la reunión que celebraron anoche las agrupaciones regionales quedó de manifiesto, según Müller, que el partido sólo puede emprender un nuevo comienzo que sea creíble, sin Steinmeier, Müntefering o el ministro de Finanzas, Peer Steinbrück.

Todos estos nombres están identificados con el capítulo de las reformas sociolaborales emprendido por el gobierno de Gerhard Schröder, canciller entre 1998 y 2005, que ha levantado ampollas entre la población.

Desde 1998 el SPD ha perdido la mitad de sus votantes, y tan sólo en estas últimas elecciones del domingo se abstuvieron dos millones de personas que solían votar por los socialdemócratas.

A Steinmeier se le identifica directamente con las reformas de la denominada Agenda 2010, pues como ministro de la Cancillería fue uno de sus arquitectos, y a Müntefering con la decisión de subir la edad de jubilación a los 67 años.

Ingrid Haack