Simulan un terremoto para medir la capacidad de respuesta en Guatemala

Guatemala.-  Las autoridades de protección civil de Guatemala realizaron hoy un simulacro de terremoto para medir su capacidad de respuesta ante un eventual temblor de gran magnitud en el país.

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(EFE)

Fuentes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) explicaron que el simulacro de un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter tuvo lugar en cuatro viviendas de una zona residencial del sur de la ciudad. EFE/Archivo

Fuentes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) explicaron a los periodistas que el simulacro de un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter tuvo lugar en cuatro viviendas de una zona residencial del sur de la ciudad.

Las paredes de las casas fueron detonadas para preparar el escenario y en su interior se colocaron 70 piñatas de papel que simulan ser hombres, mujeres y niños que deben ser rescatados y atendidos por los cuerpos de socorro.

Dentro de los inmuebles también se colocaron estufas, refrigeradoras y carros inservibles.

En el simulacro de terremoto, que terminará en la tarde de mañana, participan equipos de la Conred, los Bomberos Voluntarios y Municipales, la Cruz Roja Guatemalteca y el Instituto de Sismología.

Según la Conred, esta actividad, auspiciada por el grupo Asesor de Búsqueda y Rescate de las Naciones Unidas, busca fortalecer la capacidad de respuesta en caso de que ocurra un desastre natural en Guatemala, un país considerado altamente sísmico.

De hecho, un temblor de 4,8 grados en la escala abierta de Richter sacudió a eso de las 6.20 hora local (12.20 GMT) la costa del Pacífico entre Guatemala y México, sin que se hayan registrado víctimas o daños materiales.

El epicentro del sismo se ubicó 226,6 kilómetros al oeste-suroeste de la capital guatemalteca, frente a las costas del departamento de Retalhuleu, informó el Instituto de Sismología.

Uno de los grandes temblores que todavía permanece en la memoria de los guatemaltecos es el terremoto del 4 de febrero de 1976, de 7,6 grados en la escala de Richter, que provocó 23.000 muertos, 76.000 heridos, 375.000 damnificados y destruyó o dañó más de un millón de viviendas, puentes, carreteras y edificaciones públicas, con un impacto económico de 1.000 millones de dólares.

El gran sismo fue causado por la falla del Motagua, que atraviesa el 80 por ciento del territorio guatemalteco, y su epicentro se localizó 150 kilómetros al noroeste de la capital, en el departamento de Zacapa.