Bilbao apuesta por no aumentar impuestos y realizar un ajuste duro del gasto

Gernika (Vizcaya).-  El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, ha afirmado que la entidad foral no va a aumentar la presión fiscal para hacer frente a la situación de crisis actual y que va a apostar por realizar un "ajuste duro del gasto" manteniendo los niveles de gasto social.

Así lo ha afirmado Bilbao durante su discurso en el pleno de Política General celebrado hoy en la Casa de Juntas de Gernika, en el que el dirigente foral se ha mostrado "convencido" de que los "partidos mayoritarios" van a alcanzar un "gran acuerdo de estabilidad tanto a nivel tributario" como de cara a los presupuestos de 2010 y ha reiterado su "lealtad" y "colaboración" con el Gobierno vasco.

Bilbao ha reconocido que los indicadores de la economía vasca en la primera mitad de este ejercicio presentan un "perfil de una recesión muy dura e intensa", sin vistas a una mejoría en los próximos meses, con una caída de la recaudación en Vizcaya al cierre de agosto de un 25,2% en relación al mismo periodo de 2008.

Ante esta situación, que ha calificado de "dura", Bilbao ha apostado por "no perder la calma y dejarse llevar por la improvisación" en materia fiscal y ha afirmado que cualquier reforma tributaria en profundidad deben plantearse en un "horizonte temporal de medio y largo plazo".

Así ha opinado que intentar paliar los efectos de esta caída recaudatoria con la subida del IRPF es una medida "injusta y de nula efectividad a corto plazo".

Sin embargo, sí se ha mostrado partidario de suprimir la deducción de los 400 euros a las rentas más altas y, a medio plazo, de modificar la tributación de las rentas obtenidas del ahorro, actualmente situada en el 18%, de la misma manera que lo haga el Gobierno central.

En su opinión, tampoco es el momento de modificar el Impuesto de Sociedades, porque su "efecto recaudatorio en momentos de crisis es inapreciable", pero sí de "ajustarse el cinturón" en la Diputación congelando proyectos que no resulten necesarios, los salarios de los altos cargos, o reestructurando los departamentos del ente foral que pasarán de diez a nueve con al fusión de los departamentos de Empleo y Formación e Innovación en uno de Promoción Económica

Entre los proyectos que deberán esperar ha citado la ola artificial de Leioa, el proyecto de Gaztegune o la transformación del albergue de Plentzia.

Sin embargo, Bilbao ha afirmado que se priorizará la inversión pública en proyectos tractores de actividad económica como el nuevo San Mamés o la ejecución de los ejes transversales de carreteras y ha asegurado que habrá que acudir a un "endeudamiento razonable, pero sin complejos".

También ha insistido en que se van a mantener los niveles de gasto social "porque la crisis no la pueden pagar los más débiles" y ha apostado por la búsqueda entre todos los partidos de un "gran acuerdo, similar al de las pensiones, para cuantificar y garantiza la sostenibilidad del gasto social".

Otra medida que ha anunciado que la Diputación ha hecho una propuesta a los Ayuntamientos vizcaínos para pactar el aplazamiento a tres años sin intereses de la deuda genera por la caída de la recaudación en 2009 que ha dicho según las primeras previsiones de cierre de ejercicio se sitúa en cerca de 240 millones de euros.

En lo que a las relaciones con el Gobierno vasco se refiere, Bilbao ha insistido en su "lealtad" y "colaboración" pero ha matizado que eso no es "sinónimo de subordinación y vasallaje".

Así ha pedido al Lehendakari Patxi López que tenga "liderazgo real para defender lo nuestro"; que se "ponga la camiseta de Euskadi" para reclamar en Madrid el blindaje del Concierto Económico, el cumplimiento "estricto" del Estatuto, la reclamación de las liquidaciones provisionales del cupo o el pago de los 456 millones de IVA que la corresponde a la Diputación de Álava, entre otras cuestiones.

"Reclamar el liderazgo por parte del lehendakari no es ni una ofensa ni una crítica política. Es un ejercicio de responsabilidad ya sí debe ser entendido por todos", ha insistido Bilbao.

El Diputado ha comenzado su discurso, que se ha prolongado sobre una hora y cuarto, recordando a las víctimas de ETA, especialmente a las tres personas asesinadas por los terroristas en el último año, Eduardo Puelles, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salva Lezaun, y ha afirmado que "todos debemos trabajar sin descanso" para lograr el final de la banda terrorista.