Concapa denuncia que un libro de Educación para la Ciudadanía enseña a los niños a "rascarse y sobarse"

Toledo.-  La Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) de Albacete ha denunciado hoy públicamente los contenidos de un libro de texto de Educación para la Ciudadanía y destinado a los alumnos de quinto de Primaria de colegios de esta provincia porque se enseña a los niños "a rascarse y a sobarse".

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(EFE)

En la imagen, varios manuales de Educación para la Ciudadanía de Primaria. EFE/Archivo

En un comunicado remitido hoy, la Concapa de Albacete se refiere en concreto al libro editado por 'Tiempos Educativos', una asociación formada por 43 colegios albacetenses, entre los que hay nueve concertados, algunos religiosos.

Del manual se han editado más de mil ejemplares subvencionados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aunque la asociación autora del texto quiere ampliar la tirada a 1.500 para poder llegar a los alumnos de todos sus colegios asociados.

Examinados los contenidos de este texto por la Concapa de Albacete, esta asociación anuncia que asesorará a todos los padres que deseen llevar a los tribunales a los colegios que impartan la materia y para ello se acogen a la sentencia de Supremo que aún no reconociendo el derecho a la objeción de conciencia a EpC deja abierta la posibilidad de denunciar casos concretos.

La Concapa critica el hecho de que algunos de los juegos que pueden elegir los profesores y que tendrían que realizar estos niños de diez años si quieren aprobar "pueden suponer una intromisión en la intimidad del alumno y su familia", afirman en el comunicado.

En algunos juegos se va más allá, por ejemplo en "Me pica aquí" un niño tiene que rascar a otro donde éste le dice que le pica o en "El lavacoches" uno hace de coche y otro lo soba simulando que lo lava.

El libro explica -precisa la Concapa- que trata de fundamentar una autoestima positiva basada en la capacidad para asumir responsabilidades actuando sin inhibiciones.

La Concapa también denuncia que el libro preconiza una ciudadanía de espaldas a la familia, que apenas es mencionada y de la obediencia a los padres nunca se habla a pesar de ser, como decía Marañon, "la virtud específica de la infancia".

Tampoco se reconoce a los padres una autoridad, de cara a que los niños les consulten o imiten sino que la relación es la inversa: los hijos reivindican sus derechos, su opinión, etc., frente a los padres: "Tengo derecho a tener derechos", se titula una unidad de aprendizaje.

Incluso publicita un teléfono 900 de atención a la infancia y adolescencia de Castilla-La Mancha que presta un servicio directo, confidencial e individual a los niños.

Además, la religión se presenta como un aspecto de la conducta o cultura susceptible de enfrentar o dividir y, a excepción de una cita de la Madre Teresa de Calcuta, no hay ninguna referencia a la civilización cristiana, aunque sí a la madre Naturaleza o Amnistía Internacional.

"No nos cansaremos de alertar a la sociedad de que esta asignatura está configurada para adoctrinar a nuestros hijos, lo llaman "educar al ciudadano" pero en el bocadillo de materias positivas introducen formas de depurar a los niños que no piensen como ellos.