Los coleccionistas evocan la dimensión política, social y económica del sello

Valladolid.-  La dimensión social del sello, su manipulación con fines políticos y su condición de impuesto indirecto son algunos de los usos que ha tenido durante la historia, como así acreditan las colecciones expuestas desde hoy en Valladolid dentro de la XXVI Exposición Filatélica de Castilla y León.

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(EFE)

Un funcionario de Correos muestra dos sobres con los matasellos dedicados al Canal de Castilla y al Museo de la Ciencia de Valladolid, repectivamente, que forman parte de la XXVI Exposición Filatélica Regional de Castilla y León.

Dieciséis colecciones instaladas en el Museo de la Ciencia de Valladolid conforman esa exposición inaugurada esta mañana por el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, durante la cual se han puesto en marcha sendos matasellos especiales.

Hasta el 27 de septiembre permanecerá abierto este certamen, de carácter competitivo y que servirá para elegir las colecciones que representarán a Castilla y León en próximos convocatorias nacionales e internacionales, de acuerdo con el fallo de un jurado encargado de puntuar y decidir el destino de las medallas.

Destaca entre las colecciones la enviada desde León por José Belarmino Díaz, sobre la figura de la reina Isabel la Católica durante los dos últimos de la Guerra Civil, entre 1937 y 1939, donde se pone de manifiesto el uso del sello como vehículo social y propagandístico.

El primer caso se pone de manifiesto en una emisión de diez céntimos la unidad, fechada en 1937 y cuya recaudación se destinó a los enfermos de tuberculosis, una patología que diezmó a la población española durante y después de la contienda bélica, principalmente debido a la desnutrición y ausencia de higiene.

Del mismo año datan los denominados "sobres patrióticos" que en la zona nacional incluían el rostro del general Francisco Franco con tocado militar de campaña y la leyenda "¡¡Viva España!!!", cuyo envío debía pasar la correspondiente censura militar que se imprimía en letra de molde de color azul, como se aprecia en varios ejemplares.

En el caso de que las misivas se remitiesen al extranjero, se utilizaban sobres con una mayor timbre patriótico, como los que incorporaban una franja con la bandera de España en todo el ancho inferior de los mismos.

Otra de las colecciones, emitida en 1929 por el Ayuntamiento de Barcelona y que es propiedad de Ángel Torres Martín, de Zamora, demuestra la utilización del sello como un impuesto indirecto.

Se trata de una emisión municipal de sellos con recargo para enjugar el déficit de la Exposición Internacional celebrada en Barcelona en 1929, con la imposición de un recargo obligatorio de cinco céntimos en cada sello para toda la correspondencia salida de Barcelona a cualquier parte del territorio español.

Por otra parte, los matasellos puestos en circulación desde esta mañana corresponden a una esclusa del Canal de Castilla y a una visa aérea del Museo de la Ciencia de Valladolid en el año en que se cumple el cuadragésimo aniversario de la llegada del hombre a la luna.