Colombia sigue aportando al patrimonio inmaterial de la humanidad

Bogotá.-  Colombia, un país "totalmente caleidoscópico" en materia de patrimonio, puede aumentar su aportación a los bienes inmateriales de la humanidad el próximo mes con la aceptación de la UNESCO de las candidaturas de la Semana Santa de Popayán y el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto.

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(EFE)

El director de Patrimonio del Ministerio de Cultura colombiano, Juan Luis Isaza Londoño, habla durante una entrevista con EFE este lunes, 21 de septiembre de 2009, en el Palacio Echeverry, sede del ministerio en Bogotá (Colombia). Colombia podría aumentar su aportación a los bienes inmateriales de la humanidad en el mes de octubre con la aceptación de la UNESCO de las candidaturas de la Semana Santa de Popayán y el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto.

"Estoy convencido de que el tema del patrimonio cultural en este país es totalmente caleidoscópico, es decir, que por donde uno mire puede encontrar patrimonio", dijo hoy a Efe el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura colombiano, Juan Luis Isaza Londoño.

Isaza explicó que los expedientes de la Semana Santa de Popayán y del Carnaval de Negros y Blancos de Pasto "están formalmente presentados y a finales de este mes o principios de octubre se van a declarar como bienes que estarían en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad".

Colombia ya cuenta con dos manifestaciones culturales reconocidas por la UNESCO: el Carnaval de Barranquilla (norte) y el espacio cultural de San Basilio de Palenque (norte).

El Carnaval de Barranquilla fue declarado en 2003 patrimonio inmaterial de humanidad por su excepcional valor, sus raíces en la tradición cultural, la afirmación de la identidad cultural y la singularidad de su testimonio de tradición cultural viviente y su riesgo de desaparición, entre otros criterios.

Ese mismo año se presentó la candidatura del espacio cultural de San Basilio de Palenque, una comunidad que conserva todas sus tradiciones desde que escapó de la esclavitud de los españoles en la Cartagena de Indias Colonial.

El 25 de noviembre de 2005 esta candidatura, que había sido promovida por un grupo de jóvenes palanqueros para reconocer y fortalecer sus tradiciones, fue aceptada por la UNESCO.

Además, con motivo del mes del patrimonio que se celebra este septiembre, desde la dirección de patrimonio del Ministerio de Cultura se van a mandar dos nuevos expedientes que permitan engrosar la lista, el Sistema Normativo de la Cultura Wayúu y la Música de Marimba y los Cantos Tradicionales del Pacífico sur colombiano.

La cultura Wayúu "es una cultura 'binacional' que no reconoce la frontera entre Colombia y Venezuela, que entiende el territorio ancestral como un territorio que no está dividido por fronteras", dijo Isaza.

"Tienen un sistema normativo y jurídico muy propio a través de acuerdos y pactos sociales, en el que un personaje muy reconocido y con una alta distinción en esa comunidad, que es el 'palabrero mayor', actúa como un árbitro de buena convivencia ante los problemas habituales; esa decisión es considerada sagrada", agregó.

El otro expediente es el de la música y los cantos asociados a la marimba de chonta (madera que sale de las palmas) del Pacífico sur colombiano.

El país andino también cuenta con seis bienes inscritos en la lista de patrimonio material de la humanidad, que son los centros históricos de Cartagena de Indias y Santa Cruz de Mompox; los parques nacionales de los Catios y de las Islas de Malpelo; y los arqueológicos de San Agustín y Tierra Adentro.

"A mediados de 2011 podríamos contar con el reconocimiento del paisaje cultural cafetero", agregó el director de Patrimonio.

El mes pasado se aprobó un decreto reglamentario que regula el patrimonio cultural inmaterial de Colombia.

"Esto surge a partir de una convención de la UNESCO en el año 2003 que Colombia suscribe y entra en vigor en el país en 2006. Este decreto permite inventariar, controlar el patrimonio del país", aseveró Isaza.

En su opinión, las nociones de patrimonio se han ido ampliando porque "cada día son más incluyentes y empieza uno a darse cuenta de que cantidad de cosas son valiosas para las comunidades".

Como director de Patrimonio, este arquitecto antioqueño sostiene que hay que hacer "esfuerzos para que las comunidades que son portadoras de esos bienes puedan protegerlos y transmitirlos de generación en generación".

Y por ello considera importante "trabajar en los temas de valoración y protección del patrimonio cultural".