El presidente de la Asamblea General de la ONU se reúne con la embajadora de EE.UU.

Nueva York.-  El presidente de turno de la Asamblea General de la ONU, el libio Ali Abdessalam Treki, se reunió hoy con la embajadora de Estados Unidos ante el organismo internacional, Susan Rice, en su calidad de presidenta del Consejo de Seguridad durante este mes de septiembre.

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(EFE)

La reunión entre Treki y Rice se produce la víspera de la llegada del presidente del Gobierno estadounidense, Barack Obama, a Nueva York, donde está previsto que participe mañana en la Cumbre del Cambio Climático de la ONU y el miércoles en los debates del inicio de la 64 sesión de la Asamblea. EFE/Archivo

El portavoz de Treki, Jean Victor Nkolo, detalló hoy que ambos conversaron sobre los temas comunes que figuran en la agenda del Consejo de Seguridad para este mes y en la de la Asamblea General de la ONU, que acaba de iniciar su 64 periodo anual de sesiones.

"Intercambiaron sus puntos de vista sobre cómo impulsar la cooperación y reforzar los mecanismos de consulta entre ambos organismos, teniendo en cuenta que la primera responsabilidad del Consejo de Seguridad es mantener la paz y seguridad internacional, y que la Asamblea General es el primer órgano de deliberación y toma de decisiones" de la ONU, explicó Nkolo.

Añadió que Treki también se reunió hoy con el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), el gabonés Jean Ping, para debatir sobre las "prioridades africanas en la agenda de la 64 sesión de la Asamblea General", especialmente en materia de "paz, seguridad, desarrollo e inversiones".

La reunión entre Treki y Rice se produce la víspera de la llegada del presidente del Gobierno estadounidense, Barack Obama, a Nueva York, donde está previsto que participe mañana en la Cumbre del Cambio Climático de la ONU y el miércoles en los debates del inicio de la 64 sesión de la Asamblea.

Obama se reunirá con dirigentes del África subsahariana, a los que invitará a un almuerzo en el que se buscarán vías para promover el desarrollo económico y social, según anunció recientemente la propia Rice.

La embajadora estadounidense explicó entonces que no todos los países de la región estaban invitados a esa reunión, porque esta estaba pensada para jefes de Estado y de Gobierno, y aseguró que su Administración quiere "mantener un diálogo con líderes responsables sobre el futuro desarrollo económico y social".

Obama, cuya familia paterna es originaria de Kenia, eligió Ghana para realizar su primera visita oficial al África subsahariana como presidente de Estados Unidos, para premiar así su estabilidad democrática en los últimos años.

"Llevo sangre africana en mis venas, y la historia de mi propia familia refleja las tragedias y los triunfos del pasado de África", afirmó el pasado julio Obama cuando se encontraba en Accra.

Allí confirmó el compromiso de su Administración para acabar con la pobreza de África, y aseguró que su país respaldará al continente y será un aliado en materia diplomática, asistencia técnica y apoyo logístico.

Además, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, visitó el mes pasado siete países de África en once días, para transmitir allí el deseo de la Administración de Obama de convertir a ese continente en una prioridad de su política exterior.

La jefa de la diplomacia estadounidense comenzó su visita en Nairobi (Kenia), para luego pasar por Sudáfrica, Angola, la República del Congo, Nigeria, Liberia y Cabo Verde.

Tanto Obama como Clinton mantuvieron en ese continente el esquema de apoyar Gobiernos democráticos fuertes, promover el desarrollo económico sostenible, fortalecer la salud pública y la educación y ayudar en la prevención, mitigación y resolución de conflictos.

Obama también se reunirá esta semana con representantes de los países que más efectivos aportan a las operaciones de paz de la ONU, entre ellos Pakistán, Bangladesh, India, Nigeria, Nepal, Ruanda, Egipto, Jordania, Ghana, Etiopía, Italia, Uruguay, Senegal, Sudáfrica y China.

El presidente de Libia, Muammar Gadafi, se dirigirá al pleno de la Asamblea el 23 de septiembre, tras las intervenciones de Brasil y EE.UU.