Jorge Volpi cree que EE.UU. y Brasil están configurando los dos ejes del poder en América

Madrid.-  El escritor y ensayista mexicano Jorge Volpi cree que América como continente está abocado a la integración, pasando previamente por la de México, EEUU y Canadá, en el norte, y la del resto de países latinoamericanos liderados por Brasil, en el sur.

ampliar foto

(EFE)

El escritor mexicano Jorge Volpi fotografiado el pasado agosto durante una entrevista con Efe en el auditorio Tomas Carrasquilla de Corferias, con motivo de la XXII Feria Internacional del Libro de Bogotá. EFE/Archivo

"Brasil es el gran motor de América del sur, En América del Norte, México no ocupa exactamente esa posición, porque evidentemente la ocupa EEUU. Los dos centros donde se está concentrando el poder en América son Estados Unidos y Brasil", señaló hoy Volpi en una entrevista con Efe.

El escritor y director del Canal 22 de televisión de México, visita Madrid para participar hoy, invitado por Caixa Forum, en un coloquio con José Manuel Sánchez Ron, miembro de la Real Academia de la Lengua y catedrático de Historia de la Ciencia, sobre el momento científico actual y sus desafíos.

Volpi acaba de presentar en México su libro "El insomnio de Bolívar", que obtuvo el II Premio Debate-Casa de América y que será publicado en España a finales de octubre.

El libro, compuesto por cuatro ensayos, intenta reflejar distintos aspectos de la realidad de América Latina partiendo de lo que Volpi denominada como "lugar común", es decir hablar del subcontinente como una unidad, porque actualmente los países que lo integran "tienen pocos vínculos entre sí".

Sostiene que los problemas que aquejan a la región se deben, por un lado a que sus gobernantes "no han sabido corregir las enormes desigualdades existentes, y por otro el propio descrédito que la democracia ha tenido en América Latina" y que ha propiciado el resurgimiento de lo que llama "caudillos democráticos".

Fenómeno que, advierte, "tampoco es estrictamente latinoamericano. En el mismo sentido podríamos incluir a alguien como (el primer ministro italiano, Silvio) Berlusconi" en Europa.

Denomina así a "aquellos líderes que han sido elegidos con reglas democráticas, y que, con procedimientos aparentemente democráticos, subvierten la democracia desde dentro, apoderándose de todo el aparato del estado, de todos los medios de comunicación, o amenazándolos o pactando con ellos, o simplemente a través de fórmulas como el referéndum".

Destaca que entre ellos hay sus diferencias. "Chávez no es idéntico ni a Correa ni a Morales y desde luego tampoco a Uribe, pero si hay esa tendencia a mantener esos liderazgos".

Por ello, aconseja, "habría que ver los ejemplos de donde no ocurre, sobre todo Brasil y Chile, y más aun de Brasil donde Lula hubiera tenido esa misma posibilidad de hacer lo mismo que Uribe o Chávez"

"Ha construido un liderazgo muy fuerte, con un enorme carisma y sin embargo ha resistido la tentación de subvertir esa democracia desde dentro modificando la Constitución. Eso indica que es posible ese otro modelo, y quizá quien mejor lo encarna es Lula".

Sobre el futuro, considera que la integración de México "no parece que vaya a ser con América del sur o con Centroamérica, sino directamente con EEUU y Canadá, aunque este proceso sigue siendo muy incipiente todavía.

Mientras que en América del Sur hay mecanismos importantes de integración desde Mercosur a UNASUR, "pero también una enorme rivalidad entre varios países y enormes conflictos constantes", como los actuales entre Colombia, Venezuela y Ecuador.

En el norte, ve que "la dinámica social va a ser cada vez más poderosa. El número de mexicanos en Estados Unidos ya es importantísimo, no solo en términos de población sino políticos".

Y "si bien ese nacionalismo y esta manera de aislarse de EEUU sigue siendo muy poderosa y ha impedido que el Tratado de Libre Comercio se convierta en un vehículo de una mayor integración, habría que imaginar que en los próximos 50 años comience a abrirse porque será la única manera en que puedan comenzar una recuperación económica y una mayor posibilidad de continuar siendo una gran potencia mundial", agregó.

Sobre el narcotráfico y la guerra que le ha declarado el presidente Felipe Calderón, Volpi destaca que "el problema es que no se trata de un conflicto solo mexicano. Es un conflicto en el que EEUU tiene una importancia crucial" ya que "los consumidores están de ese lado de la frontera".

"Una solución local mexicana es imposible. Tiene que ser binacional con EEUU y probablemente multilateral con otros países".

Según el escritor, cada vez es más claro "que muchos de los capos de la droga han pasado al otro lado. Atlanta, por ejemplo, se ha convertido en una de las ciudades donde el tránsito de droga es más poderosos, porque esa es la dinámica natural entre los dos países".

Volpi cree, además, que "la única solución posible" al problema del narcotráfico es la legalización de la droga, lo que se vislumbra muy lejano, por razones tanto de moral como de salud pública aplicadas en EEUU particularmente.

"Como ocurrió con la prohibición del alcohol en EEUU, que fue un absoluto fracaso, la prohibición de la droga también lo está siendo. Genera una gran cantidad de violencia, de dinero negro, que a la larga resulta imposible de parar, añadió.

María Luisa González