El barrio de la mujer encontrada muerta en Madrid tiene vigilancia continua

Madrid.-  Consolación G.G., la mujer que ha sido hallada muerta hoy con múltiples heridas de arma blanca en Madrid, residía en un grupo de bloques de viviendas vigilados las 24 horas por dos guardas de seguridad y cámaras de televisión, una de las cuales está a apenas 20 metros del portal de la víctima.

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(EFE)

Agentes de la policía municipal de Madrid acceden al interior de la vivienda de la calle Bravo Murillo, número 39, de Madrid, donde ha sido hallada muerta una mujer de 31 años, natural de Badajoz, con numerosas heridas por arma blanca en todo el cuerpo, especialmente en el pecho y el tórax.

Varias barreras impiden la entrada y salida libre de vehículos y peatones al recinto que forman estos bloques de viviendas, que está vigilado por guardas privados de seguridad y circuito de televisión incluso de noche, cuando a partir de las diez sólo se permite el acceso de peatones y de coches, con llave, a través de una de las verjas, según han explicado a EFE los vecinos.

Estos inquilinos, algunos de los cuales residen en los bloques del antiguo Parque Móvil de los ministerios desde hace 40 o 50 años, han explicado que Consolación era "una mujer joven, muy delgada y muy normal" y que lo único que les sorprendía de ella era "que siempre llevaba guantes, aunque hiciera calor".

Han dicho además que "debía trabajar, porque salía temprano por la mañana y regresaba tarde a casa" y que hace unos diez años que compró el piso, por lo que se refieren a ella como "forastera" y no "parqueña", como les gusta denominar a los propietarios más antiguos.

Al parecer, y según estos testimonios, Consolación vivía al principio en esta casa con su hermano, pero hace unos años que éste se trasladó y desde entonces residía sola, aunque en el buzón aún está el nombre de los dos.

Han contado que la víctima tenía "un novio, también de aspecto normal" con el que, al parecer, no convivía y al que algunos han visto esta tarde acudir al domicilio de Consolación, después de que su hermano encontrara el cadáver y cuando ya habían llegado la Policía y el Samur.

El hallazgo del cadáver tuvo lugar hacia las 16,30 horas, cuando el hermano de la mujer decidió entrar en su vivienda utilizando un juego de llaves, preocupado porque llevaba llamando a Consolación desde las siete de la mañana y ésta no cogía el teléfono.

Los vecinos, que aseguran que no han escuchado gritos, golpes ni han advertido nada raro en las últimas horas que hiciera sospechar que la mujer corría peligro, han indicado que vieron a su hermano llegar a la casa esta tarde, junto con otro hombre y que ambos llamaban a la puerta, pero nadie les abría.

Después, y según este testimonio, el hermano -que vestía completamente de negro- entró en el piso, cuya puerta principal estaba cerrada sólo con el pestillo, y tras encontrar dentro a Consolación muerta y desangrada, empezó a llorar y a gritar que a su hermana la habían "rajado".

El hallazgo del cadáver ha provocado un gran revuelo en el barrio, que no ha recuperado la calma hasta aproximadamente las siete de la tarde, una vez se han retirado los agentes de la Brigada de Homicidios y de la Policía de la Comisaría de Chamberí que investigan el caso, y el juez forense, que ha procedido al levantamiento del cadáver.

Según ha informado a Efe un portavoz policial, el cuerpo sin vida de Consolación presentaba numerosas heridas por arma blanca en todo el cuerpo, especialmente en el pecho y el tórax causadas, presuntamente, con algún arma blanca que a media tarde de hoy no se había localizado.

El piso, sin embargo, se encontraba en orden y sin signos de robo o violencia, por lo que la policía no descarta ninguna causa de la muerte, pero cuestiona que se trate de un caso de violencia de género.