Juanes cree que con su concierto ayuda a los cubanos a salir del aislamiento

La Habana.-  El cantante colombiano Juanes, que ha promovido el concierto de Paz sin Fronteras que dará el domingo junto a catorce artistas más en La Habana, dijo hoy que concibe ese evento como un modo de ayudar a los cubanos a salir del aislamiento.

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(EFE)

El músico colombiano Juanes llega al Hotel Nacional de Cuba en La Habana para participar en una rueda de prensa, dos días antes del Concierto por la Paz, el cual tendrá lugar en la Plaza del la Revolución en la capital cubana.

"Con Miguel (Bosé) pensamos en la juventud cubana, en los doce millones de personas (la población cubana) que están como aislados del resto de la comunidad, y nos parece que eso no debería ser así", dijo Juanes en una rueda de prensa en su hotel, poco tiempo después de llegar a La Habana.

En varias ocasiones recalcó que ve su concierto como un modo de acercar a los cubanos de la isla y los del exilio, principalmente la parte más radical que vive en Miami y que en buena medida se ha mostrado contraria a la celebración del concierto por creer que supone un balón de oxígeno para el régimen comunista cubano.

Cuba, único régimen comunista de América durante décadas, sufre un embargo económico impuesto por Estados Unidos desde 1962, y ambos detalles -el carácter del régimen y el embargo- han contribuido a aislar a la isla mayor de las Antillas.

La organización del concierto "ha sido un camino no muy fácil, ha habido bastantes tropiezos -reconoció Juanes-, pero hemos logrado vencer el miedo y aportar un granito de arena más para mejorar las relaciones (entre cubanos) a través del arte".

Pese al ruido creado por los exiliados más exaltados, el colombiano aseguró que son muchos los cubanos que lo han parado en las calles de Miami, donde reside, para darle ánimos y felicitarlo por su idea de celebrar este evento, que tendrá lugar en la Plaza de la Revolución habanera.

Según Juanes, conciertos como el del próximo domingo pueden abrir el camino a que Silvio Rodríguez, Amaury Pérez o los Van Van -todos ellos identificados con el régimen cubano y que también cantan el domingo- acudan en un futuro a Miami, y que Gloria Estefan, Luis Fonsi o Pancho Céspedes -símbolos del exilio cubano- vengan a La Habana.

Por su parte, Miguel Bosé aseguró que habían sido muchos (aunque no dio nombres) los músicos que quisieron sumarse al concierto de Paz sin Fronteras, y dijo no temer a las eventuales represalias, sino más bien "desacuerdos o confrontamientos".

Varios de los participantes en el concierto acompañaron a Juanes y Bosé y casi todos tomaron la palabra para dar su propia interpretación del acto.

Así, Roldán de los Orishas -raperos que pese a ser cubanos llevan diez años viviendo en Europa y sin tocar en la isla- dijo que con el concierto sólo quería traer un mensaje a su país: "Paz, amor y música. Más nada" (y el público, incluido el personal del hotel, prorrumpió en aplausos).

El italiano Giovanotti dijo por su parte que le gustaba mucho el lema del concierto porque en el mundo hay demasiadas "fronteras sin paz, y es mucho mejor que sea la paz sin fronteras".

Equis Alfonso, un rockero que representa la versión musicalmente más alternativa de los que se presentan el domingo, dijo que concibe el concierto como un mensaje al pueblo, "el mejor mensaje porque el arte calma el alma".

En la rueda de prensa estuvo ausente Silvio Rodríguez, uno de los artistas más conocidos de los que toca el domingo y que está muy asociado al régimen comunista cubano, así como Luis Eduardo Aute, que llegaba en un vuelo posterior.

Pese a que en un principio se había dicho que no habría mensajes de ninguna clase en el concierto del domingo, el español Víctor Manuel dejó claro que no ha habido ninguna imposición al respecto y que él sí piensa pronunciar algún mensaje: "cada uno dirá lo que quiera o lo que pueda", aseguró.

El concierto de Paz sin Fronteras se celebra en la Plaza de la Revolución, de dos a seis de la tarde hora local, y los organizadores han dicho que esperan congregar a más de medio millón (a veces han llegado a hablar de un millón) de personas, dado el carácter gratuito en una isla donde son raras las actuaciones de artistas internacionales.