Botín dice que la inteligencia emocional ha sido clave en el éxito del Santander

Santander.-  El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha afirmado hoy que la inteligencia emocional ha sido una de las claves del éxito de la entidad, que lleva aplicándola "desde siempre" y ha presidido sus "valores y objetivos" durante sus 152 años de historia.

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Botín ha clausurado en Santander el II Congreso Internacional sobre Inteligencia Emocional, junto al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y el alcalde de la ciudad, Íñigo de la Serna.

Organizado por la Fundación Marcelino Botín, en la última jornada de este encuentro han participado expertos internacionales como John Mayer, el primero que utilizó este concepto.

Según Emilio Botín, la absorción del Banco Mercantil en 1946, una operación "más audaz y ambiciosa" que lo que marcaban los criterios de la "inteligencia racional" que imperaban en aquel momento, es un ejemplo de la forma de actuar del Santander.

La operación fue muy criticada pero permitió que el banco no sólo se convirtiera en líder en Cantabria sino que le dio la escala necesaria para crecer fuera, ha recordado el también presidente de la Fundación Marcelino Botín.

En su opinión, la crisis ha evidenciado que hablar de números es importante "pero no lo es menos hablar de personas, de sus necesidades y planes de futuro, es decir, de inteligencia emocional".

La capacidad de escuchar, la empatía, la flexibilidad y capacidad de adaptación y el reconocimiento de las fortalezas y los errores son, según el presidente del Santander, algunos de los aspectos que han pasado a formar parte del "espíritu" de la entidad financiera.

Botín se ha referido a una de las decisiones que el Santander tomó atendiendo a criterios racionales y que "demostró ser errónea": el cierre de numerosas oficinas en ciudades y pueblos de España tras la fusión con el BCH.

Ese error limitó la capacidad para ganar cuota de mercado pero se rectificó y hoy el Santander lidera el negocio minorista a nivel mundial, ha apuntado.

El concepto de inteligencia emocional fue acuñado en los ochenta por los psicólogos estadounidenses John Mayer y Peter Salovey, quienes se dieron cuenta de que los modelos tradicionales no eran suficientes para captar todas las destrezas y habilidades de la inteligencia humana.

Así lo ha recordado en su conferencia Mayer, quien ha recordado que la primera escala para medirla fue creada en 1990. Las aportaciones, cinco años después de Daniel Goleman, autor del libro "Inteligencia emocional", todo un éxito editorial, amplió la definición con nuevos rasgos que dieron lugar a distintos modelos.

Para algunos psicólogos, ha explicado, esos modelos "han hecho más mal que bien" aunque él considera que "todos tienen su lado malo y su lado bueno".

Como defiende en su último artículo, publicado junto a otros científicos en el Annual Review of Psicology, al que hoy se ha referido, una mayor inteligencia emocional conduce a mejores relaciones sociales, resultados académicos (aunque no más que otras inteligencias), relaciones laborales, familiares e intimas y, a lo largo del tiempo, a un mayor bienestar.

Mayer defiende que la personalidad y el carácter se pueden educar con una buena metodología que ayude a desarrollar la capacidad para razonar sobre las emociones y para que las emociones ayuden al razonamiento.

Según este científico, los estudios que se publican en este campo están disminuyendo en número en los últimos años pero están aumentado en calidad, lo que va a ser positivo para una disciplina que se está fortaleciendo, ha señalado.

Para el presidente de Cantabria, con este congreso se ha dado un paso más en el objetivo de contribuir a una sociedad de ciudadanos bien formados y capaces de dirigir sus emociones.

A ese mismo objetivo, ha dicho, contribuye el proyecto de Educación Responsable que ha puesto en marcha la Fundación Botín en 96 centros escolares de Cantabria, una comunidad que "aspira de forma permanente a la excelencia" en el ámbito educativo.

Un total de 375 congresistas de 17 países han participado en este encuentro, que celebrará sus próximas ediciones en Croacia y Nueva York, y que, a juicio del alcalde de Santander, ha dado prestigio a la ciudad, candidata a la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016.

En esa candidatura, impulsada por las tres instituciones representadas en la clausura del Congreso, se ha trabajado desde un principio con inteligencia, acierto y emoción, ha dicho.