La moda argentina debuta en la pasarela neoyorquina de la mano de Fernández y Zitta

Nueva York.-  La moda argentina debutó hoy en la pasarela neoyorquina de la mano de algunos de sus grandes diseñadores, como Benito Fernández, Fabián Zitta y Min Agostini, y con el objetivo de asentar su presencia en el mercado de Estados Unidos.

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(EFE)

Una modelo luce una creación de la colección Primavera-Verano 2010 de la marca argentina Zitta, la cual debutó junto a cuatro de sus compatriotas, este 17 de septiembre de 2009, en la pasarela del Bryant Park de Nueva York (EE.UU.).

Las propuestas de Fernández, Zitta y Agostini, junto a las de las firmas Cardón y Eufemia, se vieron en el día en que la Semana de la Moda de Nueva York cerró ocho días de desfiles, en las diferentes carpas del céntrico Bryant Park, en los que se presentaron los grandes de la moda estadounidense, así como de latinos como Carolina Herrera, Narciso Rodríguez y Brian Reyes.

Sus creaciones para primavera-verano 2010 se caracterizaron en general por los diseños llenos de color, piezas casuales y cómodas en algodón, seda y organza, en vestidos largos y cortos, túnicas, blusas y pantalones.

La propuesta de vestidos formales de alta costura y, en contraste de sus compañeros, en colores neutrales crema y negro, llegó a la pasarela con Fabián Zitta, cuya colección se inspiró en las karen o padaung (mujeres de cuello de jirafa) de una tribu de Tailandia, que se caracteriza por usar muchos anillos en el cuello.

Zitta debutó en el evento con modelos evocadores de los años cincuenta, que acentúan la cintura y de falda amplia, con pequeños volantes formando capas, plisados y círculos sobre seda y organza, como los anillos de las padaung.

"Hemos esperado esto por mucho tiempo, estamos muy contentos, ha habido una buena representación de Argentina, fue algo muy lindo", dijo Zitta durante una entrevista con Efe al término del evento.

El primero en llevar el color a la pasarela fue Benítez, con su colección "Etnia", que basó en su último viaje a Perú, México, Bolivia y la provincia argentina de Salta, una propuesta llena de estampados en la que jugó con los extremos de vestidos muy largos o muy cortos, todos acompañados por collares artesanales de esos países.

"Es una moda latina un poco más sofisticada, así que la inspiración tiene que ver con lo que está esperando el mundo de hoy, que está mirando lo latino y me parece que era el lugar indicado para mostrarlo", señaló Benítez, que no podía ocultar su alegría tras el debut de la moda argentina en Nueva York.

La cotizada modelo Valeria Mazza, que asistió al desfile y figura en la lista de clientes del diseñador, usó una colorida falda larga y blusa blanca de Benítez.

"Estoy muy feliz, fue muy emocionante, porque hace tiempo que venimos soñando con esto. Formar parte de cumplir este sueño, de traer cinco diseñadores para mostrar un poco el talento de Argentina y de esa manera promocionar la industria de la modo es algo lindo", señaló a Efe la supermodelo argentina.

La firma Cardón, representada por su fundador Gabo Nazar, presentó su colección "Tucumán" dedicada a esa provincia argentina, cuna de la independencia del país, compuesta por modelos casuales de túnicas, pantalones cortos y largos, chaquetas y trajes frescos y cómodos, que combinaban el verde y lila, el azul, blanco y estampados, típico de la zona tropical que la inspiró.

Mientras que la firma Eufemia, con diseños de Juliana Gacio, presentó una colección, en su mayoría de vestidos cortos, de líneas rectas y cortes simétricos en los que dominaron materiales de tonos metálicos en negro, plata y dorado.

Gacio señaló a Efe que fue una colección de piezas cómodas, confeccionada especialmente para el público neoyorquino, y teniendo en mente a la mujer joven de hoy en día.

"Fue pensada para la mujer neoyorquina sin brillos ni colores", afirmó Gacio, eufórica por el paso de la moda de Argentina en la pasarela de la Gran Manzana.

Fiel a lo que le caracteriza, Agostini trajo a la pasarela de la Semana de la Moda trajes blancos, amplios, otros arrugados, plisados, prácticamente sin costuras acompañados de tocados, influenciados por su conocimiento del espacio como arquitecta.