El fotógrafo argentino documenta la tragedia de la inmigración ilegal e interpela a la sociedad

Valladolid.-  La tragedia de la inmigración ilegal en forma de rostros ateridos y aterrados, miradas ausentes, humanidades exhaustas y cuerpos sin vida ha documentado el fotógrafo argentino Juan Medina dentro de una exposición, inaugurada hoy en Valladolid, donde interpela a la sociedad por esa situación.

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(EFE)

Una joven observa uno de los trabajos del fotógrafo argentino Juan Medina, perteneciente a "El Muro del Atlántico", una exposición que refleja la tragedia de la inmigración ilegal en forma de rostros ateridos y aterrados, miradas ausentes, humanidades exhaustas y cuerpos sin vida.

"No pretendo convencer ni adoctrinar a nadie. Me limito a documentar una realidad para que sirva como base a cualquier debate. La pregunta es ¿qué va pasar ahora?", ha explicado hoy a Efe Juan Medina (Buenos Aires, 1963), fotoperiodista de la Agencia Reuters en España y desde 1998 dedicado a los movimientos migratorios ilegales.

El debate en el seno de la UE sobre las migraciones procedentes de África, la regulación de los centros de internamiento y la legislación sobre extranjería son algunos de los interrogantes que el reportero plantea a través del medio centenar de imágenes contenidas en "El Muro del Atlántico", lema de una muestra que podrá contemplarse en Valladolid hasta el próximo 15 de octubre.

La fotografía como denuncia subyace dentro de ese muestrario captado entre 1998 y 2009, a raíz de numerosos viajes realizados a las Islas Canarias (Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife básicamente), como punto de llegada de pateras y barquillas, y también en lugares de origen y de tránsito de los inmigrantes como Mali, Mauritania, Senegal y el Sahara Occidental.

"Al principio me dediqué a la llegada de las pateras, pero más tarde con la importancia y magnitud de ese drama viajé hasta África para prestarle una atención más especial", ha manifestado Medina, quien durante los últimos años ha recibido numerosos premios internacionales por su trabajo.

Fruto de ello, sin él pretenderlo porque no quiere convencer "a nadie", son un puñado de imágenes espeluznantes donde hombres, mujeres y bebés arrumban como desechos en las playas españolas, con un hálito de vida en el mejor de los casos después de jugarse la existencia en el macabro cara y cruz de la travesía.

En muchos ocasiones lo hacen ante la mirada indiferente y atónita, según los casos, de bañistas que toman el sol a lo largo de la playa, en apariencia ajenos a la tragedia que se desarrolla delante de ellos.

"Ahí están las fotos. Para eso sirve la información. Cualquier debate que se abra, por mínimo que sea, siempre resulta interesante y además sirve de mucho como he podido comprobar en las charlas a las que me invitan en colegios e institutos", ha manifestado el fotoperiodista argentino.

Juan Medina ha seguido en "El Muro del Atlántico" la ruta de la inmigración ilegal, ha explicado sus causas, descrito las travesías y plasmado sus consecuencias como una llamada de atención a las sociedades desarrolladas.

Surgen así tierras africanas yermas y fragmentadas por el efecto de la sequía, pateras con setenta personas minutos antes de naufragar, hombres y mujeres a punto de perecer en un angustioso rescate por parte de Cruz Roja, llantos de bebés junto a madres exhaustas y centros de detención que evocan campos de concentración bélicos.

Esa atmósfera desprende la fotografía de un niño de corta edad internado en un centro para extranjeros en el madrileño barrio de Aluche, vestido con una camiseta en la que lleva pintado a mano el número con que ha sido identificado su padre.

El cementerio de Gran Tarajal (Fuerteventura), la costa de salina del Carmen (Fuerteventura) convertida en una morgue flotante, el muelle de los Cristianos (Tenerife) y las rejas de un centro de internamiento para inmigrantes, también en la isla majorera, son algunos de los escenarios donde Juan Medina ha captado la muerte, el miedo y la desesperanza.