Freire, el velocista solitario, se baja de la bici y pone rumbo al Mundial

Sierra Nevada (Granada).-  Oscar Freire, triple campeón mundial de fondo en carretera, ha dado por concluida su participación en la Vuelta a España, su penúltima, ya que anunció hace unos días que colgará la bicicleta cuando finalice su contrato con el Rabobank holandés, al final de la temporada 2010.

El ciclista cántabro, de 33 años, tomó la salida en Berja camino de Sierra Nevada. Su director, Erik Breukink había manifestado su intención de que Freire aguantase hasta Madrid, entre otras cosas, para que ayudara al holandés Robert Gesink a asaltar el maillot oro, ya que es tercero en la general a 18 segundos.

Pero Freire, que se va de la Vuelta sin "mojar" en ninguna etapa, piensa en Mendrisio, la ciudad suiza sede del próximo Mundial. El día 27 de septiembre luchará por superar, si alcanza el cuarto título, a los legendarios Eddy Merckx, Rik Van Steenbergen y Alfredo Binda, también del "club de los tres maillots arcoiris".

Una retirada anunciada para el ciclista de Torrelavega, que se apartará del esprint para siempre al final de la próxima temporada, falto de motivación para seguir jugándose el pellejo en las rectas de llegada.

Las llegadas son más peligrosas, admite el mejor esprinter español de todos los tiempos. Y las ganas de meterse en la lucha a alta velocidad entre los guepardos del pelotón se han reducido a la mínima expresión después de 11 años de profesional.

El Mundial vendrá cargado de simbolismo, pues hace 10 años de su primer maillot arco iris, firmado en Verona con sólo 11 días de competición en sus piernas.

Tras una década de aquel enorme triunfo, cuando aún era un perfecto desconocido, el cántabro no se agobia. Ha tomado una decisión que no le causa trauma alguno, aún dentro de una temporada con escasa cosecha de victorias, apenas dos victorias en la Vuelta a Romandía. En el Tour le eclipsó Cavendish, como a todos, y ahora en la Vuelta los jóvenes valores, sin ser grandes especialistas, le han perforado la moral.

Pero Freire, con dos Milán-San Remo en su rico historial, no se inquieta más de la cuenta. El objetivo es el arco iris y cuando tiene que estar en forma es en la localidad suiza de Mendrisio, no muy lejos de su casa.

Ciclista de enorme carisma en el pelotón, respetado en su vertiente deportiva y personal, Freire ha logrado un buen número de victorias gracias a su intuición y sentido táctico en carrera. Siempre sabe cual es la rueda a seguir y donde está el lugar para el asalto definitivo. Con un equipo como el Columbia, que deja a Cavendish el triunfo en bandeja a 200 metros de la línea de meta, el de Torrelavega hubiera multiplicado su palmarés. Pero tampoco le desquició nunca esta circunstancia.

En la selección española para el Mundial, Freire compartirá galones con Alejandro Valverde y el campeón olímpico Samuel Sánchez. Será su última oportunidad. La opción de ganar al esprint al mítico Merckx. Ese día, se bajará para siempre de la bicicleta un corredor irrepetible.