La familia de la joven secuestrada en 1991 busca recuperar el tiempo perdido

Los Ángeles (EE.UU.).-  Tina Dugard, la tía de Jaycee Lee Dugard, la joven secuestrada en 1991 y localizada la semana pasada, dijo hoy en una rueda de prensa que la familia de la víctima trata de recuperar el tiempo perdido y volver a estrechar lazos.

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(EFE)

Un oficial de policía lleva luces en los alrededores del hogar de Phillip Garrido y su esposa, Nancy Garrido, en Antioch, California (EE.UU.). Los sospechosos de secuestrar y mantener en cautiverio desde 1991 a una joven fueron acusados de 28 delitos cada uno.

Tina Dugard manifestó que estos días están llenos de "alegría" para su familia, de nuevo reunida al completo tras la aparición de Jaycee, con quien han pasado horas recordando historias y anécdotas previas a su rapto.

La víctima del secuestro está disfrutando especialmente con su hermana pequeña, que apenas era un bebé en 1991.

"No solo hemos reído y llorado juntos, también hemos pasado tiempo sentados en silencio, simplemente disfrutando del placer de estar en compañía los unos de los otros", explicó Tina Dugard.

Comentó que Jaycee, secuestrada cuando tenía 11 años, recordaba a todos los miembros de la familia y que las dos hijas que supuestamente tuvo con su captor, de 14 y 11 años, están disfrutando de la presencia de Terry Probyn, la madre de Jaycee.

La sonrisa de Probyn estos días es, según Dugard, "tan ancha como el mar".

Philip Garrido, de 58 años, y su esposa Nancy, de 54, que se declararon no culpables, fueron acusados de cargos múltiples por violación, actos lascivos y secuestro con objetivos sexuales contra Dugard, que fue raptada en la calle, al sur de South Lake Tahoe y ante los ojos de su padrastro.

La tía de la joven afirmó que Jaycee, de 29 años, había llevado a cabo "un trabajo genial" a la hora de educar a sus hijas con tan pocos recursos. "Son niñas listas, comunicativas y curiosas, con un futuro brillante por delante", afirmó.

Las niñas, que nunca fueron escolarizadas ni habían visitado un médico, vivieron todo el tiempo en un cobertizo oculto en la parte posterior del jardín de la vivienda de los Garrido, situada en Antioch, al este de San Francisco.

Mientras tanto, la policía local informó de que Garrido había sido acusado de violar a una niña de 14 años en 1972, pero se le retiraron los cargos por razones desconocidas.

Garrido estuvo en prisión desde 1977 a 1988 por una serie de agresiones sexuales cometidas en noviembre de 1976, según Suzanne Pardee, portavoz del correccional del Estado de Nevada.

Fue condenado a 50 años de prisión por el caso, pero obtuvo la libertad condicional en 1988.

Ahora las autoridades investigan si Garrido está involucrado en la desaparición de otras jóvenes. "Existe una posibilidad de que así sea", dijo el teniente de policía Leonard Orman.