Critican la lucha antiterrorista en Perú tras el atentado contra un helicóptero

Lima.-  El atentado en el que grupos terroristas demostraron su capacidad letal al derribar un helicóptero y matar a dos oficiales del Ejército ha desatado hoy una serie de críticas al Gobierno de Perú por su tratamiento del problema terrorista.

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(EFE)

El vicepresidente de Perú Luis Giampietri, vicealmirante de la Marina en retiro, dijo que "lo que se está viendo es un cúmulo de errores", en alusión al presupuesto destinado a contrarrestar el terrorismo. EFE/Archivo

El piloto y el copiloto de un helicóptero de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) murieron este miércoles luego de que su aeronave fue derribada cuando se disponían a socorrer a tres militares heridos en otro ataque registrado el martes, y a los que todavía hay que rescatar, según los detalles ofrecidos por el ministro de Defensa Rafael Rey.

Este es el tercer atentado en solo tres días, y cierra de momento una sangrienta serie que comenzó el pasado 1 de agosto, cuando tres policías y dos civiles (emparentadas con los agentes) murieron en otro ataque a una base antiterrorista.

El Gobierno suele calificar a los grupos que operan en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (VRAE), en la confluencia de los departamentos de Ayacucho y Junín, como "remanentes" de Sendero Luminoso aliados al "narcoterrorismo", minimizando su gravedad.

Paradójicamente, las críticas a la estrategia antiterrorista procedieron incluso de voces del propio Ejecutivo. Así, el vicepresidente Luis Giampietri, vicealmirante de la Marina en retiro, agregó que "lo que se está viendo (en la zona del Valle de los ríos Apurímac y Ene) es un cúmulo de errores", en alusión al presupuesto destinado a contrarrestar el terrorismo.

El congresista Edgar Núñez, presidente de la Comisión de Defensa, no dudó en sugerir al Gobierno que solicite ayuda extranjera para hacer frente al terrorismo, tanto en hombres y armamento como en capacitación, en declaraciones que dio a la radio Cadena Peruana de Noticias (CPN).

El ex primer ministro Yehude Simon, quien encabezaba el Ejecutivo hasta hace un mes y medio, achacó lo sucedido a una visión "exclusivamente económica".

"Es lamentable que no tengamos la economía suficiente para poner en práctica un plan (antiterrorista) que se dejó. El tema es exclusivamente económico", señaló a la cadena Radio Programas del Perú (RPP).

Para Simon, el ministerio de Economía tiene una mirada de corto plazo e invierte primero en la costa, donde hay mayor mano de obra, y deja relegadas a la sierra y la amazonía, aunque esas mismas críticas se le dirigían al Gobierno que él mismo encabezó hasta hace poco.

El pasado mayo, Simon, entonces primer ministro, dijo que su Gobierno había invertido 126 millones de dólares en el VRAE en equipamiento a las Fuerzas Armadas, de los que dos terceras partes fueron a equipamiento militar y policial.

También el ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Jorge Montoya sostuvo que un decidido apoyo económico del Ejecutivo, más la unificación de la estrategia antiterrorista (entre la policía y el Ejército), permitiría terminar con el terrorismo en un plazo de cinco años.

Montoya subrayó, no obstante, que esa estrategia será eficaz para acabar con el terrorismo, no tanto con el narcotráfico, que sólo resultará "minimizado".

El gobernador de Junín -departamento donde han sucedido los tres últimos atentados-, Vladimiro Huaroc, dijo ayer, antes de conocerse el atentado al helicóptero en la tarde, que el ministro de Defensa Rafael Rey "está desfasado de la realidad" al insistir en vincular la actividad terrorista a los "remanentes" de Sendero Luminoso.

Para Huaroc, los grupos que operan en su departamento están "vinculados absolutamente al narcotráfico", no necesariamente a Sendero, un grupo que pese a sus intereses en el narcotráfico aún mantiene un discurso ideológico de extrema izquierda.

Según cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Perú es el segundo productor mundial de hoja de coca, después de Colombia, con 56.100 hectáreas dedicadas al cultivo de esta planta, y algunos analistas sostienen que puede convertirse en el primer productor en 2011.

En cuanto a Sendero Luminoso, reducido a doscientos de militantes que operan en el VRAE y en zonas de ceja de selva, nadie pone en duda que se ha aliado con grupos narcotraficantes, pero hay discrepancias sobre si se debe atribuir a la agrupación todos los ataques contra la policía y las Fuerzas Armadas.

Fuentes militares citadas el pasado mayo por el diario La República aseguraron que Sendero había duplicado su capacidad de fuego con armamento sofisticado (con lanzacohetes RPG-7, fusiles Galil y ametralladoras AK-47, entre otros), a veces robado a los militares y otras obtenido por contrabando.