Salamanca muestra más de 80 botijos de España y de varios países del mundo

Salamanca.-  Un total de 83 botijos fabricados en España, Portugal, Italia, México, Puerto Rico y Marruecos, entre otros países, pertenecientes a la colección del químico salmantino Alfonso Llanos Grande, se muestran por primera vez al público en Salamanca seleccionados de entre más de 350 vasijas.

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(EFE)

El coleccionista y químico salmantino, Alfonso Llanos Grande, junto a una de sus vasijas, presenta por primera vez al público la exposición "Colección Llanos Grande", una muestra permanente, compuesta por 83 botijos fabricados en España, Portugal, Italia, México, Puerto Rico y Marruecos, entre otros países, que se ubicará en la sede del centro cívico del barrio de Tejares, Salamanca.

Así lo ha explicado hoy en la presentación de la exposición el alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, quien, además ha anunciado la donación a la ciudad por parte de Alfonso Llanos Grande de su colección de botijos que ha recopilado durante cuarenta años.

Las más de 350 vasijas se mostrarán de forma permanente en la sede del centro cívico del barrio de Tejares, que actualmente está siendo acondicionado por el Consistorio salmantino.

El lugar elegido para el depósito se debe, en palabras del regidor municipal, a que esta barriada situada al oeste de la ciudad siempre "ha estado muy vinculada al botijo", ya que, según ha añadido, "era donde los artesanos alfareros acudían tradicionalmente a las fiestas en honor a la Virgen de la Salud a vender sus piezas".

La muestra, que podrá contemplarse en la Sala de Santo Domingo de la Cruz hasta el próximo día 18 de octubre, exhibe, en palabras de Lanzarote, "las diferentes formas que puede adoptar un botijo, desde el clásico hasta el trampa pasando por los de cerámica blanca o negra, así como los que tienen forma de animales".

Asimismo, ha sostenido que la selección que, por primera vez se muestra al público, presenta "piezas únicas" procedentes de diferentes regiones de España como Castilla y León, Andalucía o Cataluña, entre otras, así como de Italia, Portugal, México, Marruecos y Puerto Rico.

Por su parte, Llanos Grande, que ha dado por concluida su colección argumentado "razones de espacio", ha explicado que para la adquisición de los botijos siempre tuvo en cuenta "la estética".

Asimismo, ha discrepado de aquellas opiniones que sostienen que el frigorífico es más eficaz del botijo, ya que, según ha señalado, mientras que el primero "consume kilovatios para enfriar el agua" el segundo no.

Llanos Grande ha reconocido que su afición por este tipo de vasijas le viene tras volver a España después de residir varios años en el extranjero, unido a su interés por los alfares y a su "sorpresa" de que de "un objeto tan sencillo se pudieran hacer tal diversidad de formas".

Por último, de entre las 83 piezas que componen la exposición, el coleccionista ha destacado dos, una que adquirió a un nonagenario de la localidad salmantina de Tamames y la otra que compró en Pereruela de Sayago (Zamora) con la ayuda de uno de sus hermanos.

El botijo, según escribe el estudioso Javier Yáñez Sánchez en el tríptico de la muestra, "hunde su origen en las tierras fecundadas entre el Tigris y el Éufrates en Mesopotamia, donde se hicieron los primeros vidriados por el tercer milenio antes de nuestra era".

Asimismo, destaca que este tipo de vasijas han acompañado al hombre en las "tardes de toros, en las de plomo, en las de siega y en las de chismes".