Hosteleros de Castilla y León abogan por proteger la salud, pero piden que la ley antitabaco no discrimine

Valladolid.-  Los hosteleros de Castilla y León coinciden en que el endurecimiento de la Ley Antitabaco será beneficioso para la salud de los ciudadanos, aunque algunos señalan que es "excesivo, discriminatorio" y puede afectar al turismo si se fomenta más la prohibición que el consumo responsable.

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(EFE)

Un hombre fuma en una mesa de un restaurante equipada con un extractor de humo. EFE/Archivo

Los hosteleros de Ávila figuran entre quienes consideran "beneficioso" un endurecimiento de la Ley, siempre que sea cumplida por todos los establecimientos, pues como ha apuntado a Efe el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Alfonso Díaz, "ya se hace en otros países y aquí no tiene por qué haber ningún problema".

"Si todos los locales están en las mismas condiciones, la gente se terminará acostumbrando y dejará de fumar, como ya lo hacen en los hospitales, y los locales ganarán en higiene", ha apuntado.

En otras provincias, como León, consideran que la Ley es "discriminatoria", tal como ha manifestado el presidente de la Asociación de Hosteleros, Esteban Díez, ya que al marcar espacios de fumadores y no fumadores "genera competencias desleales".

Sin embargo, Díez ha reconocido que los hosteleros siempre serán respetuosos con la Ley, ya que "cualquier cosa que sea buena para la salud también es buena para los que trabajan en el sector".

También son partidarios de proteger la salud los hosteleros zamoranos, aunque opinan que las equiparaciones con el resto de Europa a nivel normativo hay que hacerlas "con cautela", ya que España "es un país de ocio al que la gente viene a divertirse y no se pueden poner tantas trabas a esa forma de consumo responsable". Así lo ha manifestado el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Zamora, Óscar Somoza, que ha calificado la reforma de la Ley de "excesiva", ya que cree que con fomentar el consumo responsable es suficiente".

También ha pensado en el perjuicio para el turismo el presidente de la Asociación de Hosteleros de Valladolid, José Ramón García, que ha apuntado que todo lo que sean cortapisas para el sector es "perjudicial", aunque ha reconocido que la convivencia entre fumadores y no fumadores en los cuatro años de aplicación de la Ley ha sido "buena".

Descontento general con el endurecimiento de la Ley es lo que ha mostrado la gerente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Palencia, Gloria Fernández, que además ha denunciado que "hay falta de información".

La gerente ha pedido que la Ley se aplique en todos los locales por igual, aunque ha apuntado que en un momento de crisis económica como el actual los hosteleros "no están como para que se empeoren las cosas".

Más comprensivo se ha mostrado el presidente de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (ASOTHUR), Ángel Mayor, que ha mencionado que el nuevo proyecto de ley sigue la estela de lo que está sucediendo en países europeos vecinos, como Italia y Francia.

"No creo que por la prohibición de echarte un cigarrillo dejes de entrar en un establecimiento", ha asegurado, porque los restaurantes y bares además son lugares de encuentro social.

En Salamanca, el presidente de la Asociación de Hosteleros , David Prieto, también ha insistido en que el endurecimiento de la Ley es algo que "llega desde Europa", aunque ha reclamado que su aplicación "sea razonable en cuanto a los plazos".

Es consciente de que la ampliación de esta Ley es "inevitable", pero exige que su aplicación "no sea tan caciquil" como la puesta en marcha de la actual Ley Antitabaco, que generó "hosteleros de primera y de segunda".

En Segovia, el presidente de la Agrupación Industrial de Hosteleros, Cándido López, ha abogado por la apertura de un "debate social" entre los sectores más afectados por esta legislación, para buscar una solución que conjugue todos los intereses y proteja la salud de los ciudadanos.

López ha reconocido que la ley "se ha cumplido de forma parcial" pero se ha mostrado partidario de buscar soluciones de consenso que permitan "una lógica convivencia" entre fumadores y no fumadores.