Espido Freire ultima una novela histórica basada en la Edad Media

Santander.-  La escritora Espido Freire ha anunciado hoy que está terminando su próxima novela, un relato histórico basado en la Edad Media que -según ha dicho- le está costando finalizar por la intensa labor de documentación que está realizando.

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(EFE)

La escritora Espido Freire, posa hoy en Santander donde protagoniza el ciclo de "Los martes literarios" en la Universidad Internacional Menendez Pelayo (UIMP).

La autora, que participa hoy en los "martes literarios" de la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), ha explicado que es la primera vez que se acerca a un tema histórico, lo que le está costando "mucho esfuerzo" porque hasta ahora siempre había basado su trabajo en la fabulación y no en la documentación.

Su participación en los "martes literarios" es para Freire el "colofón del curso 2008-2009", en el que ha publicado tres libros -"El trabajo os hará libres", "Cartas de amor y desamor" e "Hijos del fin del mundo"-, por lo que en septiembre se tomará unas vacaciones de tres semanas, "por primera vez en 11 años", en las que suspenderá sus colaboraciones en distintas publicaciones.

"Todavía estoy pensando si llevarme el ordenador, pero si me puede la neurosis intentaré terminar la novela", ha bromeado.

Respecto a la existencia o no de una "literatura femenina", la autora ha considerado que no se puede hablar de tal cosa porque tan sólo el 10 ó 20 por ciento de la creación literaria corresponde a mujeres, por lo que "hasta que no se equilibre ese porcentaje no se podrá hablar de patrones femeninos o masculinos".

Sin embargo, Freire sí que ha denunciado una valoración diferente de los productos literarios en función de si vienen de mujeres o de hombres, ya que "tradicionalmente lo que ha sido patrimonio de las mujeres ha perdido seriedad y consideración social".

En su opinión, no es cuestión de machismo sino de "misoginia", y se puede ver en los últimos fenómenos literarios -como "Crepúsculo", "Harry Potter", "Millenium" o "El niño del pijama de rayas"- que como han conseguido un público mayoritariamente femenino se han considerado literatura "menos seria".

A su juicio, las mujeres no son las únicas perjudicadas en el mundo editorial sino también las "jóvenes promesas" y Freire -que atesora el título de ser la autora más joven en conseguir el Premio Planeta en 1999 con 25 años- ha lamentado la ausencia de un relevo generacional en la literatura.

Freire ha señalado que ella tuvo "la suerte" de ser la última apuesta literaria fuerte por una persona joven y ha insistido en que el problema no es que no haya buenos escritores jóvenes, sino que no se les apoya lo suficiente.

En este sentido, Freire ha criticado la tendencia en los últimos años de la industria editorial de apostar por una "literatura narcisista", en la que es más importante el carisma del escritor que la historia que está contando.

Para Freire, cuando un escritor consigue cierta fama y sus libros obtienen gran número de lectores "porque sí", es fácil que se convierta en "perezoso" y se centre en escribir historias que le interesen a él y no a su público.