El primer ministro malasio pide a la joven condenada por beber cerveza que apele

Bangkok.-  El primer ministro de Malasia, Najib Razak, pidió hoy a la modelo condenada a ser azotada por beber una cerveza, Kartika Sari Dewi Shukarno, que no sea tan "servicial" y apele la sentencia dictada contra ella por un tribunal islámico.

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(EFE)

Kartika Sari Dewi Shukarno (c) es acompañada por un grupo de partidarios antes de ser trasladada por un oficial islámico en Sungei Siput, unos 300 kilómetros al norte de Kuala Lumpur (Malasia). Las autoridades pusieron en libertad a la modelo musulmana condenada a recibir seis azotes por haber bebido una cerveza hasta el final del Ramadán.

"Creo que las autoridades judiciales son sensibles a este problema y se dan cuenta de las implicaciones que acarrea este caso. La persona afectada debería apelar a las autoridades federales y no ser tan servicial como para aceptar el castigo", dijo el primer ministro malasio, en una rueda de prensa.

Kartika Seri Dewi Sukarno, de 32 años y madre de dos hijos, se ha negado con anterioridad a apelar su condena a recibir seis latigazos con una vara de ratán, en aplicación de la ley islámica o "sharia", que prohíbe el consumo de alcohol a los musulmanes.

"Quiero terminar con esto cuanto antes y continuar con mi vida", ha dicho esta mujer, casada con un singapurés y residente en la Ciudad-Estado.

Sin embargo, el cumplimiento del castigo se retrasará al menos hasta mediados de septiembre, pues las autoridades malasias lo pospusieron ayer hasta el final del mes sagrado del Ramadán, que comenzó el sábado.

La decisión fue tomada a última hora, después de que tres funcionarios acudieran a casa de Kartika Seri Dewi Sukarno para trasladarla a una prisión de Kuala Lumpur, donde iba a recibir los latigazos.

Kartika iba a ser la primera mujer en recibir un castigo semejante en Malasia, un país de mayoría musulmana cuyo Gobierno desea transmitir una imagen internacional de moderación.

La pesadilla de Kartika comenzó el once de diciembre de 2007, cuando asistió junto varias amigas a una sala de fiestas situada en un hotel de la región de Pahang, donde la Policía la detuvo por beber una cerveza.