El presidente de Embraer dice que la empresa llega fortalecida a su 40 aniversario

Sao Paulo.-  El presidente de la compañía brasileña Embraer, Frederico Fleury Curado, destacó hoy el fortalecimiento industrial y financiero que supuso para ese fabricante de aviones la privatización, al celebrar los 40 años de su fundación.

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(EFE)

Embraer produce, además, la aeronave agrícola Ipanema (EMB 200), que desde el año 2005 tiene una versión con motor movido a alcohol. EFE/Archivo

"De una empresa en estado casi de quiebra, Embraer se levantó y se proyectó como una fuerza mundial en el mercado de la aviación civil, alcanzando niveles que ni los más optimistas podrían vislumbrar", dijo Fleury Curado en un acto en la sede de la compañía en Sao José dos Campos, a 97 kilómetros de Sao Paulo.

Embraer fue creada el 19 de agosto de 1969 como una compañía de capital mixto y control estatal y privatizada el 7 de diciembre de 1994.

La compañía registró en el segundo trimestre de este año un beneficio neto de 467 millones de reales (unos 246 millones de dólares) y su cartera de pedidos al 30 de junio sumaba 19.800 millones de dólares.

En sus 40 años de existencia, Embraer ha proyectado más de 20 modelos de aeronaves para los mercados de aviación comercial y ejecutiva y el segmento de defensa.

El primer avión que salió de su planta en Sao José dos Campos fue el Bandeirante (EMB 110), un bimotor turbohélice para uso comercial que comenzó a volar en 1972 y fue adquirido por varios países latinoamericanos y africanos.

Desde su creación, Embraer ha producido cerca de 5.000 aeronaves para clientes de 88 países y la compañía se ha convertido en el cuarto fabricante de aviones del mundo y líder en el mercado de aviación regional, con aparatos de hasta 120 pasajeros.

"Embraer es fruto de un ambicioso proyecto de largo plazo del Gobierno brasileño, vislumbrado por el mariscal Casimiro Montenegro en la década del 40 y continuado por millares de personas que trabajaron y se empeñaron para que llegásemos al día de hoy", dijo Fleury Curado.

La ambición de la que habla el presidente de Embraer llevó a la compañía a formar una sociedad con la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para el desarrollo del KC-390, un avión de carga y reabastecimiento anunciado en 2007.

Al pionero Bandeirante le siguieron en los años 80 otros modelos comerciales como el Brasilia (EMB 120) un turbohélice con cabina presurizada para 30 pasajeros, y los ERJ 135 y 140.

Sin embargo, el gran salto lo dio la empresa después de su privatización, con la cual no sólo se abrió un lugar en los cielos del mundo sino que dejó de ser una compañía deficitaria para convertirse en rentable y en una de las mayores exportadoras de Brasil.

De la época posterior a la privatización son el ERJ 145, con capacidad para 50 pasajeros, y la familia Embraer 170/190 de aviones con entre 70 y 122 lugares.

En el campo de la aviación de defensa, que desde sus comienzos ha sido una de las líneas de Embraer, la compañía alcanzó su primer éxito internacional en 1980 con el Tucano (EMB 312), un avión de entrenamiento básico del que se han producido más de 500 unidades para las fuerzas aéreas de 14 países.

Una versión moderna de este modelo, el Súper Tucano (EMB 314), para entrenamiento y ataque ligero, ha tenido gran acogida en las fuerzas aéreas de Brasil y Colombia, así como de otros países latinoamericanos que han encomendado unidades del mismo modelo.

Otro segmento en el cual ha entrado la compañía es el de la aviación ejecutiva, que alzó vuelo en el año 2001 con el lanzamiento del Legacy, al cual le siguieron las familias Phenom y Lineage, con los cuales la empresa se ha abierto un nicho en el mercado corporativo.

Embraer produce, además, la aeronave agrícola Ipanema (EMB 200), que desde el año 2005 tiene una versión con motor movido a alcohol.

Contrario a lo que pregonaban los sindicatos que se oponían a su privatización, el número de empleados de la empresa, que en la década del 90 había caído drásticamente por su difícil situación financiera, ha crecido año tras año y hoy llega a 17.237 personas, descontados ya más de 4.000 despidos por la crisis mundial.

La compañía, que negocia sus acciones en las bolsa de Sao Paulo y Nueva York, tiene, además de la planta de Sao José dos Campos, otra en Gaviao Peixoto, también el estado de Sao Paulo, y unidades en Estados Unidos, Portugal, Francia, China y Singapur.