Un monolito de acero recordará a las víctimas del JK5022 en la playa de Ojos de Garza

Las Palmas de Gran Canaria.-  Un monolito de acero con la leyenda "Que no quede el vacío mientras la luz, eterna como las olas, ilumine el instante efímero de tu partida", diseñado por Juan Verona y construido por el escultor Máximo Riol, recordará desde hoy a las víctimas del accidente aéreo del vuelo JK5022.

Éste es el homenaje que el Ayuntamiento de Telde ha querido rendir a los desaparecidos en este siniestro aéreo y a sus familiares, que hoy se congregaron, junto a cientos de personas, en la plaza del Cristo de la playa de Ojos de Garza para descubrir esta escultura en recuerdo a las víctimas, informó el Consistorio en un comunicado.

Francisca León Rivero, la madre de la joven Mónica Dieppa, una de las fallecidas en el accidente del 20 de agosto de 2008 en Barajas, quien habló en su nombre y en el de "todas las madres, padres, hermanos y amigos de las 154 almas que se fueron", clamó por "no seguir sufriendo la pérdida de lo perdido" y reconoció su "hambre de justicia" y la "impotencia" que la invade al sentir que la compañía aérea no ha asumido las responsabilidades que, a su juicio, le corresponden.

El alcalde de Telde, Francisco Santiago, "rompió su silencio para unirse al sentir de los familiares, a su silencio y para que otros rompan el suyo de una vez por todas".

Recordó que la escultura inaugurada hoy en recuerdo de las 154 víctimas de siniestro aéreo comenzó a gestarse inmediatamente después del suceso, cuando hablando con algunos familiares, trasmitió su intención de que el Consistorio teldense realizase algún homenaje en recuerdo de estas personas.

Así, el primer edil de Telde explicó que la escultura "se levanta como una realidad, en silencio como una alegato perenne contra el silencio que supone el olvido".

Santiago se sumó al deseo de los familiares de las víctimas y pidió que no haya "más preguntas sin respuestas".

Por su parte, la secretaria de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, Margarita Henríquez, agradeció la labor que desarrollaron las personas y voluntarios que tras el accidente "sufrieron el dolor que no les correspondía" y "dejaron aparte su vida para ocuparse de las" suyas.