Un antropólogo canadiense dice que España destina poca plata para exhumar a los represaliados

León.-  El arqueólogo y antropólogo canadiense Derek Congram ha lamentado que en España "hay poca plata" para exhumar restos de represaliados de la Guerra Civil, frente a otros países como Iraq, una circunstancia que hace que aquí solo se excave donde hay evidencias de "quién y dónde" está enterrado en una fosa.

ampliar foto

(EFE)

El antropólogo y arqueólogo canadiense Derek Congram, que participa en estos días en la exhumación de cuatro represaliados de la Guerra Civil en Quintana de Rueda (León), explica a EFE las peculiaridades en el proceso de recuperación de estos restos en España, en comparación con Bosnia e Irak, países donde también ha trabajado.

Congram elabora una tesis doctoral en la Universidad canadiense Simon Frase sobre fosas clandestinas de asesinatos civiles efectuados en países como España, Bosnia, Costa Rica e Iraq.

Desde el pasado martes, colabora en Quintana de Rueda (León) con la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en los trabajos de exhumación de cuatro represaliados de la Guerra Civil, tarea que ha dado por concluida hoy.

En una entrevista concedida a EFE, se ha referido al proceso de exhumación de restos óseos de represaliados de la Guerra Civil en España, donde calcula que yacen en fosas unos 30.000 civiles, actuaciones que ha comparado con las que se realizan en otros países, como Bosnia e Iraq.

Lo que más le conmueve de España es que aquí "siempre hay un familiar cerca" a pie de fosa cuando se busca a alguien, una circunstancia que atribuye a que "hay poca plata" y sin saber quién está enterrado y dónde no se procede a excavar.

En España, el método que se emplea en las exhumaciones "está bien hecho", pero el Estado, a su juicio, debería involucrarse más y aportar "más fondos" para este cometido, bien dándoselo "a las asociaciones, o creando un cuerpo de profesionales que hagan el trabajo".

Ha contrastado esta situación con la de otros países, como en Iraq, donde hay medios técnicos, incluso fotos por satélite, para saber con precisión donde están las fosas.

Sin embargo, en España ni siquiera se pueden hacer análisis de ADN, ni hay bancos de datos para comparar con los familiares que viven, ha dicho.

Otra de las diferencias que percibe es que en Iraq, o en Bosnia, por ejemplo, los procesos judiciales están abiertos y en la exhumación de restos "no está la familia", sino que la policía "coloca una cinta en la escena del crimen" y se investiga.

En España, no hay procedimientos judiciales abiertos, por lo que "siempre hay familiares muy cerca".

En estos otros dos países, no es que las familias no estén interesada en este asunto, es más al principio actuaron "un poco a la desesperada buscando huesos con pico y pala para llevarlos a sus casas", ha matizado.

El investigador, de 35 años, ha defendido el derecho que tienen las familias a saber dónde están sus antepasados; "hay que seguir intentándolo y hacerlo bien".

De todos los países donde ha investigado el "más profesional" es Costa Rica, a pesar de que tiene poco dinero.

Este antropólogo empezó a investigar sobre las fosas clandestinas en 1999 en la antigua Yugoslavia.

Después de aquello, ha estado en Costa Rica, Iraq y en España, en concreto en las autonomías de Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Estos días ha colaborado en la identificación de cuatro represaliados, que fueron detenidos por la falange y asesinados en un paraje cercano a Quintana de Rueda, en 1936.

En su tesis, trata de buscar similitudes en las fosas clandestinas de asesinados en diversos países, un trabajo del que no puede avanzar nada, ya que de momento lo que puede decir son "anécdotas".