El gobernador de Nuevo México se reúne con dos diplomáticos norcoreanos

Washington.-  El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, se reunió hoy con dos diplomáticos norcoreanos en su residencia, un encuentro que, dijo, podría señalar un posible "deshielo" en las relaciones entre EE.UU. y el régimen comunista.

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(EFE)

El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, quien se reunió con los diplomáticos norcoreanos Kim Myong Gil y Taek Jong Hoo, sugirió que las tensas relaciones entre EE.UU. y Corea del Norte podrían experimentar posiblemente una fase de "deshielo". EFE/Archivo

El político demócrata se reunió en su residencia de Santa Fe (Nuevo México) con Kim Myong Gil y Taek Jong Hoo, dos representantes de la misión norcoreana ante la ONU, una visita que fue autorizada por el Departamento de Estado y descrita por la Casa Blanca como una conversación que no se produjo en nombre del Gobierno de EE.UU.

Richardson, ex embajador de EE.UU. ante la ONU, ha viajado en el pasado en varias ocasiones a Corea del Norte, la última vez en abril de 2007 para recoger restos de soldados estadounidenses muertos en la guerra de Corea, y es la tercera vez que se reúne con diplomáticos norcoreanos en su residencia de Santa Fe desde que asumió la cartera de gobernador de Nuevo México en 2003.

En una entrevista concedida a la cadena de televisión NBC, Richardson sugirió que las tensas relaciones entre EE.UU. y Corea del Norte podrían experimentar posiblemente una fase de "deshielo".

El gobernador de Nuevo México afirmó que Pyongyang estaba preparado para dialogar con EE.UU., pero todavía se resiste a volver a la mesa de negociaciones en el marco del diálogo a seis bandas (EE.UU., Rusia, Japón, Corea del Sur, además de Corea del Norte).

Dijo que los dos diplomáticos hablaron positivamente de la reciente visita del ex presidente Bill Clinton a Pyongyang y que parecen querer forjar un acercamiento con EE.UU.

"Quizá hay una señal de un pequeño deshielo aquí", afirmó.

El portavoz de Richardson, Gilbert Gallegos, insistió que el gobernador no estaba negociando con los norcoreanos y únicamente iba a escuchar lo que tenían que decir, con lo que no estaba representando al presidente de EE.UU., Barack Obama, según CNN.

El miércoles fue el primero de dos días de conversaciones, dado que el jueves Richardson y los diplomáticos de Corea del Norte abordarán iniciativas de energía renovable.

Otra portavoz, Alarie Ray-García, dijo al diario The Wall Street Journal que los norcoreanos habían expresado un "fuerte interés en proyectos de energía limpia de Nuevo México", que ha desarrollado iniciativas basadas en la energía solar, eólica y biomasa.

De acuerdo con CNN, fue la delegación del régimen comunista de Pyongyang la que solicitó entrevistarse con Richardson.

El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, confirmó hoy en su rueda de prensa diaria que el Gobierno ha revisado y aprobado la petición de los dos diplomáticos norcoreanos.

"Cada vez que un diplomático norcoreano quiere viajar fuera de Nueva York en un radio de 40 kilómetros tiene que registrar el itinerario que tiene que ser revisado por el Departamento de Estado", recordó.

De la misma forma, dijo que no tenía constancia de que hubo un "contacto" previo entre Richardson y altos funcionarios del Departamento de Estado para hablar sobre la reunión en Santa Fe o trasladar a los norcoreanos un mensaje a través del gobernador.

Tanto Kelly como su colega en la Casa Blanca, Robert Gibbs, no quisieron entrar en el fondo de la reunión.

Gibbs indicó que EE.UU. desea que "los norcoreanos asuman sus responsabilidades en la esperanza de poder ver la desnuclearización de la península norcoreana", aunque agregó que, "si algo fomenta este objetivo, sería una cosa positiva".

Kelly también subrayó que el objetivo del Gobierno "es simple y claro: la desnuclearización de la península norcoreana".

"Por supuesto, queremos ver progresos hacia esto, pero la pelota está en el tejado de Corea del Norte" para que vuelva a las conversaciones a seis bandas, señaló.

La reunión se produce poco después de que Bill Clinton consiguiera la liberación de dos periodistas estadounidenses en un viaje que hizo a Corea del Norte, ocasión en la cual se entrevistó además con el líder del régimen comunista, Kim Jong-il.