Literatos y pamploneses homenajean a Pablo Antoñana en una abarrotada despedida

Pamplona.-  Familiares, literatos y cientos de ciudadanos han acudido hoy en el Patio de los Gigantes de Pamplona al homenaje tributado al escritor navarro Pablo Antoñana, fallecido el pasado 14 de agosto a los 81 años, alguien quien, según sus propias palabras, fue "un solitario buscador de verdades".

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(EFE)

Familiares, literatos y cientos de ciudadanos han acudido hoy en el Patio de los Gigantes de Pamplona al homenaje tributado al escritor navarro Pablo Antoñana, fallecido el pasado 14 de agosto a los 81 años. EFE/Archivo

En el acto han estado presentes miembros de su familia, entre ellos su viuda Elvira, sus hijas y sus nietos, y autoridades como la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; el consejero de Cultura y Turismo del Gobierno foral, Juan Ramón Corpas, y diferentes miembros de los grupos municipales del Ayuntamiento de la ciudad.

Según el poeta y narrador pamplonés Miguel Sánchez Ostiz, la obra de Antoñana, nacido en Viana en 1927 y creador de artículos, relatos y libros como "La cuerda rota" o "Aquellos tiempos", está poblada de "solitarios y vencidos", pues fue un hombre que "vivió en soledad, aunque acompañado de los suyos, y que jamás desertó de su oficio y vivió en rebelión permanente".

"Los momentos de recuerdo hacia Pablo se agolpan, pero la mayoría son risueños. Era un hombre con gran sentido del humor, aunque adusto y cascarrabias, un adjetivo que hoy en día podría considerarse como un elogio", ha relatado Ostiz.

A lo largo del homenaje al escritor, premio Príncipe de Viana de la Cultura 1996, se han leído fragmentos de su obra, citas y algunos de sus artículos, como "Deseos" o "Confesión"; se ha hecho referencia a su acercamiento a la cultura vasca y a su aprendizaje del euskera y se ha destacado además su faceta de historiador.

Entre las palabras con las que le han definido los oradores, como el también literato Pello Lizarralde, que le ha dedicado una canción de cuna, se ha hecho hincapié en su autenticidad, su civismo y ética, y todos han coincidido en destacar la calidad de su obra, "que parece mentira que haya que descubrir ahora", según Ostiz.

Además, el escritor Bernardo Atxaga le ha dedicado uno de sus propios poemas centrado en la muerte de Adán, pues como ha señalado este Premio Nacional de Narrativa, además de mostrar su "desconsuelo", Antoñana fue "un hombre de vida adaniana".

La hija de Pablo, Blanca, ha cerrado el acto con unas palabras de agradecimiento a todos los presentes, ciudadanos que han seguido incluso desde el exterior del Patio de los Gigantes el desarrollo del homenaje, y que han contribuido a crear con ello lo que querían los organizadores, una "reunión cívica".

"A mi padre no le gustaban los homenajes, pero sé que hoy estaría totalmente agradecido y emocionado por ver a todas las personas que han acudido aquí", ha señalado Blanca.