Transexual rechazado por Ejército seguirá luchando pese a superar edad límite

Jaén.-  Aitor G.R., el transexual declarado no apto por el Ejército por carecer de órganos sexuales masculinos ha dicho hoy, tras la aprobación del Decreto que modifica el Reglamento sobre la aptitud psicofísica del personal de las Fuerzas Armadas, que seguirá luchando pese a que ha superado la edad límite de ingreso.

La modificación de este Reglamento de agosto de 2001 permite la admisión de transexuales en el Ejército, algo que para Aitor llega tarde porque cumplió 29 años, edad límite de ingreso, el 6 de marzo, el mismo día en el que una orden modificaba también los requisitos médicos para el acceso y permanencia en las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, ha asegurado a Efe que no se rinde y que aún le queda "mucha lucha" y está preparando la presentación de un contencioso-administrativo por los casi tres años de silencio administrativo que han transcurrido desde que presentó un recurso de alzada al ser rechazado.

Es la única vía que le queda, "llevarlo a los tribunales", después de que el 10 de febrero fuese de nuevo declarado no apto por el Ejército por carecer de órganos sexuales masculinos en las pruebas celebradas en Córdoba.

Tras ese último intento, cumplió los 29 años, y desde el Centro de Reclutamiento le comunicaron que no se podía presentar a más pruebas.

Aitor ha solicitado que le sea asignado un abogado de oficio para poder presentar el contencioso, lo que podría ocurrir después del verano, y si lo ganase recibiría una indemnización o la oportunidad de presentarse de nuevo a las pruebas.

La historia se remonta a febrero de 2007, cuando Aitor, que nació mujer y se encuentra en la lista de espera para la operación de cambio de sexo, se presentó a las pruebas para acceder al Ejército, para lo cual preparó todos los documentos -DNI, título académico, Seguridad Social y partida de nacimiento- para que tuvieran su nombre de varón y así "no tener problemas".

En el primer reconocimiento, el 9 de febrero de 2007, una doctora del centro de reclutamiento de Córdoba le pidió que elaborara un test, en el que confirmó que se había hecho "una mastectomía para una reasignación de sexo" pero que aún restaba la operación definitiva, por lo que le declararon no apto por la falta de pene y de testículos.

La decisión fue recurrida por el aspirante, que acudió a un tribunal médico en San Fernando (Cádiz), donde un coronel, según aseguró entonces a Efe, le llamó a su despacho y le espetó: "Bájate los pantalones y dime por dónde meas".

Tras enviarle una carta en la que le comunicaban la confirmación del rechazo, Aitor decidió presentar un recurso de alzada ante la Subsecretaría de Defensa, que aún no se ha resuelto.