ASAJA pide una Interprofesión para evitar tensiones en la campaña anterior a la vendimia

Toledo.-  La Sectorial Vitivinícola de ASAJA de Castilla-La Mancha ha advertido de la inquietud del sector ante el inicio de la campaña de la vendimia, debido a la bajada de los precios del vino, así como a la difícil situación económica de muchos viticultores y bodegas, con una grave falta de liquidez.

En un comunicado, la organización agraria ha denunciado que ya en la vendimia de 2008 el precio de la uva descendió entre un 25 y un 30 por ciento respecto al año anterior debido a que la industria decidió descontar del precio de la uva la ayuda a la destilación de alcohol de uso de boca que con la entrada en vigor de la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del Vino recibe el productor.

El problema, según la sectorial vitivinícola, es que esta reducción de precio afectó a la totalidad de la producción, no sólo a las uvas que se iban a destinar a la destilación.

Para evitar que en la actual campaña de vendimia se repitan situaciones similares, desde ASAJA de Castilla-La Mancha se reclama la puesta en marcha de una Interprofesión, en la que tanto el sector productor como industrial puedan definir contratos-tipos que estimulen tanto la oferta como la demanda.

Según ASAJA de Castilla-La Mancha, "de lo que se trata en definitiva es de que el sector vitivinícola gane credibilidad fuera de nuestras fronteras, ya que con estas bajadas de precios lo único que se consigue es deteriorar la imagen de nuestros vinos en el exterior".

Asimismo y, de cara a ofrecer una mayor transparencia en las relaciones comerciales bodega-productor, la organización agraria ha instado a las bodegas a poner los precios de la uva en las tablillas e informa a los viticultores de la forma de pago de la mercancía a fin de que unos y otros puedan actuar con las mismas reglas de juego.

Otro de los problemas destacados por la Sectorial Vitivinícola de ASAJA de Castilla-La Mancha se refiere a la falta de liquidez que afecta tanto a los viticultores como a sus bodegas, con el agravante de no obtener financiación por la crisis económica.

Por este motivo, desde esta organización se han valorado las medidas incluidas en el plan de apoyo al sector vitivinícola, tales como la inyección de liquidez por parte de la Administración Regional con el anticipo de las ayudas a la destilación para alcohol de uso de boca, que hasta la fecha ha beneficiado a unos 16.000 viticultores, y ha urgido a la Consejería a realizar cuanto antes el pago del resto de expedientes aprobados.

Al respecto, la organización ha recomendado a aquellos viticultores que tengan expedientes con incidencias o a aquellos que no han cobrado nada que se dirijan a las oficinas de ASAJA para intentar aclarar su situación.

El Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola fue otro de los puntos abordados por la Sectorial Vitivinícola de ASAJA de Castilla-La Mancha, que expresó su apoyo a la nueva línea agroambiental para el viñedo de secano, por cuanto supondrá que nuevos fondos procedentes del desarrollo rural lleguen a los viticultores.

También recibió el visto bueno de la Sectorial de ASAJA el programa de arranque de viñedo, que junto a la línea agroambiental, contribuirá a reducir el exceso de producción vitícola que, junto a otros factores, está contribuyendo a la caída de precios.

Todas estas cuestiones serán planteadas el próximo 19 de agosto, en la reunión convocada por la Consejería de Agricultura para analizar la situación del sector vitivinícola y que la organización agraria considera fundamental para consensuar criterios de actuación de cara a la próxima campaña de vendimia y así evitar el hundimiento de los precios del vino.

En cuanto a las previsiones de producción para la vendimia, la organización agraria estima una reducción de entre un 15 y un 20 por ciento, que afectará en mayor medida a la uva blanca.

La razón principal de esta reducción de cosecha es la falta de agua, mientras que la calidad será muy buena, según las mismas fuentes.

Este año, la organización no prevé problemas para cubrir los puestos de trabajo, puesto que los trabajadores hasta ahora empleados en otros sectores que se han quedado en paro podrán participar en la vendimia, siempre que las trabas burocráticas no lo impidan.