Qué pinta Clinton en Corea del Norte

WASHINGTON, D.C.-  Cuando Obama ofreció a Hillary Clinton el puesto de Secretaria de Estado que mantiene actualmente, sabía que tenerla en su equipo era como una oferta dos por uno. Bill estaba incluido en el lote. La pregunta hasta hace dos días, cuando el ex presidente demócrata partía hacia Corea del Norte, era qué papel jugaría en el Gobierno de Obama. Ahora parece que ya lo sabemos.

MARIO ANZUONI (REUTERS)

El ex vicepresidente Al Gore no pudo explicar por qué Kim Jong prefirió a Bill y no a él

Clinton marcó varios episodios de la campaña electoral en 2008 al rebajar los triunfos de Obama. Tanto cuando éste competía con Hillary por la nominación, como cuando ya era candidato a la presidencia. Entonces, ¿qué hacía ahora resolviendo un problema que Obama no conseguía desatascar?

"Clinton era sencillamente la mejor opción para que Corea del Norte aceptara negociar. El hecho de que Kim Jong II aceptara a Clinton indica que siguen sintiendo cierta nostalgia por los años de su mandato en la Casa Blanca", explica Scout Snyder, experto en Corea para el Council of Foreign Relations.

El mandato de Clinton estuvo marcado por intensas negociaciones con el régimen coreano que casi desembocan en uno de los mayores acuerdos entre los dos países para detener la carrera nuclear del país asiático. Pero el final de su Gobierno en 2001 y el inicio de la campaña electoral dejaron a Corea del Norte sin la visita de su líder preferido. Hasta que este martes el ex mandatario voló por fin a Pyongyang.

Bill Clinton consiguió dialogar con el régimen de Kim Jong II, un perdón 'especial' para las periodistas Laura Ling y Euna Lee y traerlas hasta Estados Unidos. Las dos colaboradoras del canal de periodismo ciudadano Current TV, lanzado por Al Gore, habían sido detenidas por entrar de forma ilegal en el país, hace 140 días.

El logro del Clinton fue calificado ayer por Obama como "una fuente de felicidad no sólo para las familias sino también para todo el país. Todos debemos estar agradecidos al ex presidente y al ex vicepresidente Al Gore por su trabajo extraordinario". Las palabras de agradecimiento llegaban después de que la Casa Blanca colgara el cartel de 'no comment' hasta que no se supiese el resultado de las negociaciones. Sólo adelantaron, durante las 20 horas que duró la visita, que Clinton estaba en Corea del Norte en misión humanitaria.

"Por parte de Estados Unidos", cuenta Snyder, "la intención era separar esta situación de cualquier otro problema que deban negociar los dos países". De momento, este objetivo está cumplido. La Casa Blanca insistió en que Clinton viajaba a Corea del Norte como un 'ciudadano privado' con la sola misión de liberar a las periodistas, y no llevaba en el bolsillo ningún mensaje de Obama para el régimen asiático. Sin embargo, fue recibido por uno de los asesores nucleares de Kim Jong II.

"Corea del Norte va a utilizar esta situación para reforzar el prestigio de Kim Jong II por la visita de un líder de la talla de Clinton. La imagen dentro de su país es que han recibido la visita del ex presidente, no que hayan tenido que darle explicaciones", añade Snyder.

Para la Agencia Central de Noticias Coreana (KCNA), el viaje ha sido "especialmente positivo" y los dos líderes han hablado sobre la "construcción de mutua confianza" y la "mejora de las relaciones entre los dos países". El régimen coreano ha descrito la liberación de las periodistas, después de las disculpas de Clinton, como una medida que "deviene la expresión del humanitarismo y la política pacifista de la RPDC".

La visita del ex mandatario estadounidense también le ha servido al dictador coreano para acallar los rumores que le persiguen desde hace meses cuestionando su estado de salud. Ante la población, Kim Jong II aparece como un líder que dialoga y negocia, a veces. Además, ya no soporta el calificativo impuesto por George Bush como perteneciente al 'eje del mal' y ahora es uno de los objetivos de la diplomacia de Obama. Sin embargo, el nuevo presidente veía cómo en las últimas semanas, su oferta de diálogo se encallaba y ni siquiera podía evitar las pruebas nucleares del régimen de Pyongyang.

Al Gore no, pero Clinton sí

Y qué conveniente que Obama pudiera contar con Clinton, porque Al Gore, el primer nombre ofrecido a los coreanos dado que las dos periodistas trabajan para su canal de televisión, fue rechazado. Los coreanos querían a alguien de mayor calibre.

(EFE)

El hombre del día de ayer.

Clinton no sólo llevó a California a las dos periodistas detenidas por entrada ilegal en el país y condenadas a 12 años de trabajos forzados, también unas tres horas de conversación con el dictador coreano y sus asesores. Como analiza Snyder, "la Administración Obama estudiará ahora el informe que surja del viaje de Clinton y decidirá si hace o no un ajuste a la política con Corea del Norte".

"Todavía no sabemos qué impacto tendrá la liberación de las periodistas para el trabajo de Obama, pero sí es algo positivo para él porque ha demostrado que sabe gestionar un problema complicado como éste. Lo que falta ahora es ver cómo afecta en otros ámbitos", añade el experto en Corea.

Según declaraciones de la Secretaria de Estado y esposa del hombre del día este miércoles en Estados Unidos, "nadie debe confundir el gesto humanitario de Bill con nuestra política de dar oportunidades a Corea del Norte. Pueden continuar por el camino en el que están ahora o quizás estén dispuestos a empezar a hablar sobre el deseo internacional de verles abandonar el programa nuclear".

La mediación de Bill Clinton con Corea del Norte puede suponer un antes y un después en las relaciones entre los dos países. El dictador coreano podría sorprender ahora con una oferta de diálogo. O no. Puede que el viaje no tenga consecuencias para Estados Unidos en su relación con Corea del Norte y sí con otros países en el momento en que tenga que negociar la salida a un problema. Para empezar, el viernes pasado eran detenidos otros tres ciudadanos estadounidenses en la frontera de Irán con el Kurdistán iraquí. ¿Irá Clinton también? El viaje de una persona de la talla del ex presidente puede hacer que el resto de países quieran la misma atención y la misma oferta que el estadounidense ha hecho a cambio de la liberación de las dos periodistas. Y esto no ayudaría precisamente a Obama.

Para los que piensen que Clinton simplemente se ha entrometido en la diplomacia estadounidense y que sólo servirá para dejar a Obama como el novato que necesita del experto para salir del agujero, él mismo vio como Jimmy Carter le sorprendía con un viaje a Corea del Norte al poco de llegar al poder. El pacificador Carter consiguió entonces un alto en el programa nuclear y el deseado diálogo que ahora todos esperan de Pyongyang.

Puede que Obama necesite alguien más que a Bill.