Activistas piden que Obama presione a Uribe sobre la investigación del escándalo del DAS

Washington.-  Activistas de derechos humanos de Colombia urgieron hoy al presidente de EE.UU., Barack Obama, que presione al Gobierno de Bogotá sobre el escándalo de las "chuzadas" telefónicas del DAS en ese país y castigue a los responsables.

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(EFE)

El periodista Hollman Morris, que aseguró ser objeto de espionaje por el DAS, señaló que esas operaciones estaban dirigidas también contra grupos y activistas de derechos humanos de Estados Unidos. EFE/Archivo

Durante sus reuniones con líderes del Congreso y de la Administración Obama, los activistas han traído el mensaje de que Estados Unidos no debe guardar silencio sobre el escándalo del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) que, a su juicio, perjudica la seguridad regional.

En una conferencia auspiciada por la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) pidieron que Obama sea "consecuente" con su mensaje de "cambio" y que su política exterior hacia Colombia exija la rendición de cuentas sobre el espionaje contra sindicalistas, periodistas, grupos humanitarios, defensores de derechos humanos y líderes opositores del Gobierno.

Ese cambio "significa sobre todo generar condiciones para que en Colombia se sepa la verdad" sobre quién ordenó las operaciones de inteligencia efectuadas por el denominado grupo G-3, dijo Danilo Rueda, de la Comisión Intereclesial para Justicia y Paz.

Según Rueda, "la verdad se encuentra en Estados Unidos y la tienen 13 comandantes paramilitares extraditados" en 2008.

Por su parte, el periodista Hollman Morris, que aseguró ser objeto de espionaje por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), señaló que esas operaciones estaban dirigidas también contra grupos y activistas de derechos humanos de Estados Unidos.

"Tenemos serios indicios de que información contaminada, producida por estos organismos de inteligencia, llegó a organismos de seguridad norteamericanos con el ánimo concreto de bloquear el visado de defensores de derechos humanos y líderes sociales", dijo.

Las interceptaciones del DAS entre 2004 y 2006, agregó Morris, suponen "un atentado a la seguridad nacional de Colombia pero también a la seguridad regional".

Conor Carrigan, un abogado irlandés que colabora con la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), instó al Gobierno de Obama a que "no acepte ninguna explicación privada o pública del Gobierno de Colombia de que las operaciones de inteligencia de alguna manera se justificaban como parte de una estrategia antiterrorista".

Más adelante, en declaraciones a Efe, Rafael Barrios, coordinador internacional del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), dijo que Obama debe romper su "silencio" sobre el escándalo y la situación en Colombia en general.

"Pedimos que haya coherencia en su discurso de que no es su política aupar guerras, porque el presidente Obama dice una cosa y el embajador (William) Brownsfield, que es guerrerista, dice otra en colombia", aseguró Barrios.

"Los más interesados en que se sepa la verdad somos nosotros", dijo a Efe una fuente diplomática de la embajada colombiana, que pidió el anonimato.

El funcionario afirmó que "el Gobierno colombiano trata de fortalecer a la fiscalía para que se realicen a fondo estas investigaciones, y se están realizando. Queremos que quienes sean culpables, terminen en la cárcel".

Agregó como ejemplo que el ex director del DAS Jorge Noguera "está en la cárcel".

La gira de los activistas se produce en momentos en que el Gobierno de Colombia continúa su campaña de presión para que el Congreso de Estados Unidos ratifique el Tratado de Libre Comercio (TLC) y dé continuidad a su apoyo para el Plan Colombia contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales.

La mayoría de los líderes demócratas en el Congreso se muestra reacia a apoyar el TLC por la violencia contra sindicalistas y la situación de derechos humanos, además del escándalo de la "parapolítica" en Colombia, en cuya red han caído unos 70 congresistas, gobernadores, alcaldes, concejales y diputados.