El sicario que mató al empresario Touriño identifica al inductor del crimen porque cenó con él la víspera

Barcelona.-  Jorge Andrés M.G., el sicario que presuntamente mató al empresario Félix Martínez Touriño, ha identificado hoy sin dudas en una rueda de reconocimiento al supuesto inductor del crimen, quien le urgió a cometer el asesinato en una cena que compartieron la noche antes.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, esa rueda de reconocimiento se ha practicado esta mañana en el juzgado de instrucción número 18 de Barcelona, que investiga el asesinato del director del Centro de Convenciones de Barcelona, ocurrido el pasado 9 de febrero en la calle Santaló de la capital catalana.

El sicario ha ratificado hoy ante la juez las declaraciones que efectuó ante los Mossos d'Esquadra y la propia magistrada tras su detención, en las que incriminó al presunto "cerebro" de la trama, Manuel M., subalterno de la víctima y que supuestamente encargó el crimen cuando Touriño descubrió que se enriquecía a costa de la empresa.

Jorge Andrés M. ha podido identificar sin ninguna duda al presunto autor intelectual del crimen, porque, según su declaración, éste se involucró directamente en los preparativos del asesinato, participando incluso con otros miembros de la trama en las tareas de seguimiento y localización de la víctima.

Además, el sicario cenó la noche antes del crimen en un bar de la céntrica plaza Francesc Macià de Barcelona con el presunto "cerebro", que le urgió a cometer el asesinato la mañana siguiente, cuando Touriño tenía que viajar a Francia para desenmascarar a Manuel M. ante los directivos de la empresa.

El sicario, que residía en Madrid, pasó en Barcelona un agitado fin de semana que culminó el lunes por la mañana con el asesinato de Touriño, durante el que se realizaron varios seguimientos y operaciones de vigilancia del domicilio del empresario y de su novia en los que participó Moreno, según Jorge Andrés M.G.

El autor material del crimen, de origen colombiano, se reunió en primer lugar con otros dos compatriotas que están huidos a su país (Sahid S., cuñado del autor material, y Yader J.) y que le explicaron que le iban a encargar un asesinato, aunque él en principio pensaba que venía a Barcelona a amedrentar a alguna persona por una deuda.

El domingo por la mañana, Jorge Andrés M. hizo un primer intento de asesinar a Touriño, aunque no pudo consumar el crimen porque, como confiesa él mismo, no se vio con "agallas" para hacerlo.

Esa misma noche, se reunió en un local de bocadillos con Yadir J. y Sahid S. en una cena a la que también acudió el presunto inductor del asesinato, quien le apremió a cometer el crimen en las horas siguientes, ya que se temía que Touriño viajara a Francia para comunicar su despido a los directivos de la compañía.

En esa cena, el procesado supo sólo el nombre de pila del supuesto cerebro del crimen, pero lo identificó entre las fotografías que le mostró la policía y hoy lo ha hecho de nuevo en la rueda de reconocimiento practicada en el juzgado.

Con el apoyo de Yadir J., que le esperaba en un coche para facilitar su huida, el sicario se apostó el lunes por la mañana frente a la casa del empresario, que le pasó por delante cuando él se encontraba desprevenido comprobando la batería del móvil.

Con una frialdad que ha espeluznado a las partes, el sicario ha confirmado que, en apenas unos segundos, sacó la pistola, cubriéndola con un periódico, disparó a Touriño en la nuca y se dio a la fuga, abandonando en un contenedor cercano la pistola y los guantes y, ya en las proximidades del Camp Nou, su pasamontañas.

En su declaración judicial, se preguntó a Jorge Andrés M. si habría disparado también a la novia de Touriño en el caso de que ella le hubiera acompañado, a lo que el imputado, de apenas 22 años, contestó con un poco rotundo: "creo que no".

Tras el crimen, el sicario, que nunca antes había disparado un arma, recibió los 9.000 euros que le habían prometido -en fajos de mil y en billetes de 50- de manos de Yadir J., que le dijo que él se quedaba con otros 3.000.

El autor material del asesinato del empresario, que en su declaración asegura que otras personas que no están encausadas también sabían del plan, viajó a Colombia tras el crimen, como hicieron varios de los detenidos por el caso, y fue arrestado a su regreso a Barcelona.