Castella, dos orejas y Puerta Grande, y Perera pasea una de mucho peso

Santander.-  Triunfo de dos orejas y Puerta Grande tuvo el diestro Sebastián Castella, hoy, en la última corrida de abono de la feria de Santiago de Santander, una función en la que sólo hubo un toro bueno y en la que destacó también Miguel Ángel Perera, que paseó una oreja de mucho peso.

ampliar foto

(EFE)

El matador Sebastian Castella acaricia tras herir de muerte al primero de su lote, al que cortó dos orejas, durante la novena corrida de abono de la Feria de Santiago que se ha celebrado en el coso de Cuatro Caminos de Santander.

Se lidiaron cinco toros de Núñez del Cuvillo, muy desiguales de presentación, justos de fuerzas y de juego variado. El mejor, el extraordinario segundo, bravo y con clase; el cuarto, a menos; primero y tercero, flojos en extremo; y el quinto "se rajó" muy pronto. El sexto fue un sobrero de Puerto de San Lorenzo, más aparente y bronco.

José Antonio "Morante de la Puebla": media estocada (pitos); y estocada casi entera y caída (palmas).

Sebastián Castella: estocada baja (dos orejas); y dos pinchazos y estocada caída (ovación).

Miguel Ángel Perera: pinchazo y estocada (palmas); y estocada tendida y estocada (una oreja).

En cuadrillas, Curro Molina saludó montera en mano tras banderillear al segundo.

La plaza se llenó en tarde de temperatura fresca.

------------------------------------------

ARRASA CASTELLA PERO TAMBIÉN CUENTA PERERA

Castella cuajó la faena más redonda de lo que va de feria frente a su primero, toro bajito de agujas y nobilísimo por el lado derecho en la muleta. Tras un comienzo por alto, se fue el francés a los medios, donde instrumentó tres series en la larga distancia de extraordinaria ejecución. Muy bien colocado, hilvanó muletazos largos y por abajo, de mucho ritmo y ajuste. Y la plaza como loca.

Por el izquierdo no hubo la misma intensidad. Naturales de uno en uno que tuvieron también su aquel, pero con menos unidad. Un final a base de invertidos sin enmendarse, y por "bernardinas", con voltereta incluida, subieron de nuevo el nivel. Agarró una gran estocada, y paseó las dos orejas.

El quinto fue todo lo contrario. Un manso que "se rajó" a las primeras de cambios, y al que Castella le hizo todo en su querencia, al hilo de las tablas, con dos estimables series por el lado derecho, dentro de una faena que, pese al compromiso del torero, no tuvo mayor historia.

"Morante" toreó sublime de capote a su primero, tanto en el recibo por arrebujadas verónicas como en un posterior quite por toreras chicuelinas. Pero en la muleta el toro acusó el fuerte castigo que recibió en el caballo, yendo cada vez a menos y blandeando en más de una ocasión. "Morante" lo aliñó por el lado izquierdo, reposado y a media altura, pero la labor no llegó a coger vuelo.

El cuarto le permitió estirarse algo más con la mano derecha, con dos tandas de especial sabor, con muletazos empacados y por abajo. Pero el toro fue apagándose poco a poco, y el torero tampoco se comprometió más.

El primer toro de Perera, el de menos peso de toda la feria, muy anovillado, fue uno de los más deslucidos, por su falta de fuerzas y de clase. Faena imposible en la que tan sólo destacó un parón final, que tampoco trascendió lo suficiente a los tendidos. La deslucida condición del astado lo inundó todo.

El sobrero del Puerto de San Lorenzo que hizo sexto no fue toro tampoco claro, muy brusco al desplazarse y con la cara al natural, llegó a voltear a Perera sin consecuencias nada más empezar la faena de muleta. Pero ya repuesto, el mérito de la faena, con tales circunstancias, fue enjaretarle dos tandas por el pitón derecho en el centro del ruedo, de mucho mando y aguante.

Muy firme Perera hasta en el prólogo, con circulares de mucho aguante y emoción. Si lo llega a matar a la primera hubiera cortado dos orejas, pero al marrar al primer intento todo quedó en sólo una.