Un intenso trabajo del operativo logra estabilizar los seis fuegos de Teruel

Zaragoza.-  Un gran despliegue operativo ha conseguido hoy tras un intenso trabajo estabilizar los seis fuegos que siguen activos en la provincia de Teruel, que evolucionan bien, al tiempo que refrescan los perímetros para que no haya rebrotes ante las previsiones de elevadas temperaturas para mañana, domingo.

El trabajo de los efectivos de extinción de incendios y la mejora de las condiciones climatológicas a lo largo del día de hoy, con vientos más moderados, ha permitido estabilizar en las últimas horas los dos focos del incendio de Aliaga, además de la favorable evolución del resto de los fuegos, todos estabilizados.

Sin embargo, al mediodía y durante la primera mitad de la tarde de hoy sábado, coincidiendo con las horas de más calor, se han dado pequeños focos de reproducción en varios tramos del perímetro del incendio de Aliaga y en otros puntos aislados de las zonas críticas, ha informado el Gobierno de Aragón.

Esos rebrotes se consideran normales dentro del proceso de extinción de incendios y no revisten peligrosidad.

Además, se están intensificando los trabajos de refresco y enfriamiento de todos los perímetros debido a las predicciones meteorológicas de mañana domingo, en las que se darán nuevamente condiciones de temperaturas muy elevadas y bajos niveles de humedad.

Los seis incendios que siguen activos esta tarde en la provincia de Teruel evolucionan favorablemente, de los que la dirección de extinción da por estabilizados completamente los de Valdetormo (292 hectáreas) y Mazaleón (40) y estabilizados los de Alloza (1.473), Corbalán-Cedrillas (991) y Los Olmos (586), y en todos ellos se avanza hacia la fase de control.

Asimismo se ha trabajando intensamente en el sexto, el de Aliaga, que ya ha arrasado casi 8.000 hectáreas, para dar por estabilizados sus dos principales focos.

El incendio de Morés, en la provincia de Zaragoza, se dio por extinguido ayer por la noche tras quemar casi 600 hectáreas.

En total, según las estimaciones del Departamento de Medio Ambiente, podrían haberse quemado casi 11.700 hectáreas en la veintena de incendios registrados desde el pasado martes en Aragón, que fueron provocados por una tormenta eléctrica, que descargó más de 5.000 rayos.

Su extinción se ha visto complicada por las extremas condiciones meteorológicas de los últimos días, con altas temperaturas, baja humedad y las fuertes rachas de viento y sus reiterados cambios de dirección.

Unos cambios de viento que han obligado a extremar las precauciones para preservar la seguridad de la población -se han llegado a evacuar hasta 1.600 vecinos- y de las personas que trabajan en la lucha contra el fuego.

Precisamente, ayer un cambio de viento en el incendio de Aliaga (Teruel) obligó a la Dirección General de Interior del Gobierno de Aragón a dar orden de desalojo preventivo de los 28 vecinos de La Cirujeda, que hoy han podido volver a sus casas.

El único municipio que quedaba con la restricción de poder volver a ser habitado, de manera preventiva, era Montoro de Mezquita, pedanía de Villarluengo, en el que viven 18 personas que estaban alojadas en casas de familiares y vecinos y a los que se les ha autorizado esta tarde a regresar a sus casas.