El incendio de Tarragona se cobra a una quinta víctima

Madrid.-  Uno de los dos bomberos heridos el pasado día 21 en el incendio de Horta de Sant Joan, en Tarragona, ha fallecido esta tarde en la unidad de quemados del Hospital del Vall d'Hebrón de Barcelona, donde aún permanece ingresado su compañero, Josep Pallás, con quemaduras en el 75 por ciento de su cuerpo.

El bombero, el quinto fallecido en el incendio de Tarragona y la novena víctima del fuego en lo que va de año, era Pau Costa, un joven de 31 años que presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el cincuenta por ciento de su cuerpo y que pertenecía al Grupo de Actuaciones Forestales, un grupo de elite de los bomberos catalanes.

Este incendio, que ha permanecido activo durante cuatro días, está controlado desde las 11 de la mañana, gracias al trabajo de 53 dotaciones terrestres que durante toda la madrugada han estado remojando el perímetro del incendio, sofocando brasas y revisando las pequeñas columnas de humo que emergían del área del siniestro.

El fuego, que fue originado por un rayo, ha arrasado unas 1.500 hectáreas de masa forestal, 587 de ellas del parque natural de Els Ports de Beseit.

Más de 1.500 personas han asistido hoy en Palau d'Anglesola (Lleida) al entierro uno de los cuatro bomberos fallecidos en el primer día del siniestro.

En Andalucía continúan los esfuerzos por controlar los incendios en la Sierra de Cabrera, en Almería, que, según la Junta, está estabilizado.

Allí, los vecinos de Mojácar, que fueron desalojados, han comenzado a volver a sus casas de forma escalonada.

En Aragón, una de las regiones más afectadas por el fuego en los últimos dos días, centenares de personas han despedido hoy a Ramón Conejero, el bombero fallecido ayer en Corbalán (Teruel) mientras conducía una motobomba.

El gobierno autonómico prepara ya un plan especial para restaurar las zonas afectadas por los siete incendios que han arrasado 10.600 hectáreas (especialmente en Teruel).

El consejero de Medio Ambiente del gobierno aragonés, Alfredo Boné, ha dicho que esta comunidad continúa en una situación de "alerta máxima", ya que los fuegos no están "ni mucho menos extinguidos", aunque tienden a un "alto nivel de control", y ha señalado que ahora hay que vigilar para que no surjan nuevos focos y que no queden rescoldos que se puedan activar en los próximos días.

Por su parte, el fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher, se ha reunido en Cuenca con miembros del Gobierno castellanomanchego y con responsables de las fiscalías de Cuenca y Teruel para estudiar si los incendios de estas zonas han sido provocados.

En julio, diecisiete personas han sido detenidas por provocar supuestamente -de forma intencionada o negligente- diferentes incendios en las provincias de Pontevedra, Granada, Málaga, Huelva, Murcia, Alicante, Castellón, Orense y Soria, según la Fiscalía General del Estado.

En Castellón, un cambio de dirección del viento ha reavivado el incendio de Segorbe que avanza hacia la sierra del Espadán y que ha alcanzado a una fábrica y ha obligado a desalojar de manera preventiva a unas 140 personas de la zona de Soneja.

En Castilla-La Mancha sigue activo el fuego declarado en Uña (Serranía de Cuenca) y se espera que el viento dificulte las labores de extinción, mientras que el de Poyatos, también en la comarca serrana, está controlado.

En estos incendios participan 4.000 miembros de la Guarda Civil, 980 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (del Ministerio de Defensa) y otros efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como decenas de medios aéreos del Gobierno.

Desde los partidos políticos, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, espera que su partido no tenga que denunciar el trato a las familias de los bomberos que han muerto en Tarragona, mientras que Cayo Lara, de IU, ha criticado la "insuficiente" política de prevención de incendios.

Protección Civil mantiene la alerta máxima de peligro de incendios en España.