La provincia de Teruel presenta un paisaje desolador con varios incendios activos

Ejulve (Teruel).-  La provincia de Teruel vive hoy un día oscuro y triste debido a los numerosos incendios que a esta hora siguen activos en la zona, fuegos incontrolados que han quemado miles de hectáreas, dejando un paisaje desolador y que han obligado a evacuar a numerosos vecinos de localidades como Ejulve, Alloza, La Zoma o Cañizar del Olivar.

Conducir por las carreteras turolenses para llegar a pueblos perdidos entre colinas es hoy una tarea incierta, ya que en muchos de sus cruces agentes de la Guardia Civil prohíben el paso ante la amenaza del fuego o del intenso humo y hay que volver por donde se ha venido.

En la primera de las paradas, en Andorra, unos seiscientas personas del pueblo vecino de Alloza aguardan noticias en el pabellón municipal, donde se ha ubicado un restaurante ocasional para dar de desayunar y de comer a quienes anoche tuvieron que dejar sus casas, ya no por las llamas, sino por el humo.

A pesar de la situación, reina el agradecimiento, ya que como explicaban a Efe tres amigas de más de 80 años, "todo ha estado organizado perfectamente" y el trato ha sido "inmejorable". Se quejan sólo de que al marchar no cogieron nada de sus casas, ni documentos, ni ropa, ni siquiera los medicamentos que necesitan.

Pero el Ayuntamiento de Andorra lo ha previsto todo, y por eso el personal del Centro de Salud se ha trasladado al pabellón para atender todos los casos y facilitarles su medicación, además de todo el apoyo posible.

La mayoría de los vecinos evacuados a Andorra (unos 750) son mayores de 65 años y han dormido en el hotel de la localidad andorrana o en el centro del día, un poco "nerviosos" y "perdidos", según ha indicado José María Sanz, alcalde de Alloza desde 1988 hasta 1991 y hoy concejal, desde hace 17 años.

Aunque ha dejado claro que los ánimos están "bien", también ha reconocido que él y todos los demás están deseando volver a sus casas.

Por su parte, Andrés Ruiz, concejal de Andorra, ha resaltado la solidaridad de todos los habitantes de este pueblo, que han puesto a disposición del Ayuntamiento sus casas particulares, su maquinaria y todo lo que se pudiera necesitar para atender a las personas evacuadas y para que "no les falte de nada" o para luchar contra las llamas. "La respuesta de los vecinos ha sido fenomenal", ha reiterado.

De camino a Ejulve se divisa otro incendio, en mitad de los montes cercanos a Alloza, y un par de amigos, Joaquín y Manuel, observan cómo actúan dos hidroaviones y otros tantos helicópteros, que recogen el agua en el pantano de La Estanca de Alcañiz o en el de Calanda.

Lamentan que a otro de sus amigos se le ha quemado una caseta que tenía en su campo y un remolque "recién comprado", y explican que anoche los profesionales dejaron esta zona y se fueron a luchar contra otros incendios mucho más virulentos que éste. Los dos miran el paisaje y coinciden: "Da muchísima pena".

Otra de las zonas en la que se vive un momento delicado es en los montes cercanos a Ejulve y Aliaga, de donde sale una columna de humo que se ve a kilómetros de distancia.

Una vez más, los agentes de la Guardia Civil prohíben el paso y en ese punto el director de extinción explica rápidamente, porque tiene "muchísimo" trabajo, que el fuego está "totalmente activo" e incluso han recibido ofrecimiento de ayuda por parte de otras comunidades autónomas.

Un contingente "muy importante" de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se ha sumado a los trabajos de extinción en esta zona, y el director de explicado que están esperando a efectivos que hasta ahora participaban en otros incendios cercanos.

El objetivo máximo es controlar el incendio y proteger las poblaciones, ha dicho.

En esta zona hay dos pueblos evacuados, La Zoma, de sólo 30 habitantes en invierno, y Ejulve, de 300, pero en este último algunos vecinos decidieron quedarse, como Miguel Cuenca, un manchego casado con una maña que viene a este pueblo de vacaciones desde hace 40 años.

Asegura que ha estado "muy tranquilo" toda la noche, y considera que el principal problema es el humo, porque a su juicio es difícil que el fuego llegue a las casas, aunque reconoce que en la noche de ayer las llamas "impresionaban", sobre todo por el viento y porque es una zona "preciosa" que ves cómo se está perdiendo.

Cientos de personas continúan a esta hora luchando contra las llamas por aire y tierra, y a los vecinos, resignados, sólo les queda esperar a que "todo pase" y que los profesionales sean capaces de vencer a la naturaleza a pesar de las condiciones meteorológicas, a esta hora verdaderamente adversas.