La belleza del mundo nano

Ciencia de lo diminuto, en la frontera con el arte. Ya se han fallado los cinco ganadores del Concurso Internacional de Imágenes del Nanomundo SPMage09, en el que han participado este año más de 250 trabajos de 30 países diferentes. El objetivo del concurso: galardonar las mejores imágenes captadas con microscopios de sonda de barrido, para valorar su contribución a la nanociencia y la nanotecnología. Y, por qué no, incidir también en la belleza estética de lo nano.

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Li Ang

El primer premio, glóbulos rojos infectados por el parásito de la malaria.

En el mundo nano lo que se manipula es materia unas 100.000 veces más pequeña que un cabello humano, tarea difícil, pero facilitada por la invención hace dos décadas de la Microscopía de sonda de barrido (SPM, por sus siglas inglesas) que utiliza una sonda, normalmente una punta metálica de pequeñísimo tamaño, para recorrer la superficie de un material y proporcionar una imagen tridimensional de la red de átomos o moléculas que lo componen. Estas herramientas han representado una revolución en la forma de trabajar de cientos de laboratorios de todo el mundo en campos como la Física, Química o la Biología pero, sobre todo, han situado a la Nanotecnología a la vanguardia de la investigación actual.

El concurso SPMage09, organizado por investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid-CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, premia la innovadora contribución de este tipo de herramientas y de las imágenes que proporcionan, generalmente texturas y superficies que los investigadores han encontrado mientras estaban realizando medidas. En el jurado han participado investigadores nacionales e internacionales, expertos en divulgación científica, periodistas y artistas para valorar, tanto el valor científico, como el impacto estético de las imágenes.

Las cinco imágenes premiadas han sido:

—Glóbulos rojos infectados por el parásito de la malaria humana: El primer premio (5.000 euros) ha sido para esta imagen del investigador Li Ang, de la Universidad Nacional de Singapur. Estas curiosas formas amarillas muestran una de las características más importantes asociadas a la malaria: los cambios morfológicos sobre las superficie celulares. La imagen muestra glóbulos rojos infectados por el parásito Plasmodium malariae resaltando la estrecha relación existente entre estos cambios y la patología de la enfermedad.

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El segundo (izquierda) y tercer premio (derecha). S. Otte/S. Abetkovskaia

—Entramado de átomos estrellados. Sander Otte del Centre for Nanoscale Science and Technology (NIST) de Estados Unidos se ha llevado el segundo premio por esta composición de formas geométricas. Sin embargo, el valor de esta imagen va mucho más allá de lo estético. Con ella se ha demostrado, por primera vez, que es posible determinar exactamente la orientación magnética de un solo átomo. La posibilidad de controlar el magnetismo de átomos individuales podría ser la clave para el futuro de los dispositivos de computación que superarían con creces las capacidades actuales de almacenamiento.

—Nanopesca de invierno. El tercer premio ha sido para Sviatlana Abetkovskaia, del Instituto A.V. Luikov Heat and Mass Transfer Institute de Bielorrusia. Su imagen muestra un defecto denominado "nanofishing" que se produce sobre la superficie de componentes de láseres ópticos causado por procesos de combustión. Estos microdefectos pueden producir resultados catastróficos en el funcionamiento de estos instrumentos, como es el caso del "agujero de hielo" que muestra la imagen, de un tamaño de 5 micras, que puede afectar al haz que pasa a través de la lente.

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El cuarto premio (izquierda) y el quinto (derecha). F. Mantegazza/ M. Cardellach

—Venus del coral. El investigador Francesco Mantegazza, de la Università degli studi di Milano-Bicocca (Italia) ha obtenido el cuarto premio por esta imagen de tonos rojizos. El microscopio de fuerza atómica (AFM, por sus siglas en inglés) es una de las más poderosas técnicas para observar las muestras biológicas a nanoescala. La imagen muestra fibrillas beta-amiloides (sustancia viscosa de tipo proteico cuya acumulación en el cerebro está relacionada con la enfermedad del Alzheimer) y oligómeros depositados sobre mica. Mientras los oligómeros están distribuidos de manera uniforme, las fibrillas tienden a agruparse y fundirse en estructuras compactas.

—Buscando el hielo del verano. El quinto premio ha sido para Mar Cardellach Redon, del Centre d'Investigació en Nanociencia i Nanotecnologia (España). En la superficie de algunos cristales la distancia entre los átomos es muy similar a la distancia entre moléculas de agua en hielo. Cuando el agua presente en el medio ambiente se absorbe sobre estas superficies puede llegar a formar hielo incluso a altas temperaturas. La imagen muestra un cristal de fluoruro de bario con cristales de hielo de sólo dos moléculas de espesor a una temperatura de 21 grados centígrados.

(*) Eugenia Angulo es periodista especializada y trabaja en la empresa de divulgación científica Divulga.