Terminó el Torneo de Wimbledon, y entregaron la ensaladera a un Rogelio equivocado, pues debería haberse premiado a la pareja que más ha hecho por arreglar el descrédito de la maltrecha cocina inglesa en sus últimos dos siglos de historia: Rick Stein y Jamie Oliver; alguno se rasgará las vestiduras, pero qué le vamos a hacer. No me extrañaría que los viejos Lores, Buckingham Palace o quien demonios administre allá las nobles distinciones, los tengan ya enfilados y en adobo entre algodones y palmitas para recibir algún ducado, pues gracias a la difusión internacional que hacen estos dos chefs, colocaron en el mapa gastronómico mundial a unas islas que arrastran la mala reputación de poseer despensa y fogón gris, rancio, soso, triste y pobre.
Tómate unas ostras en el Borough Market.
¿Vas a Londres?, nos preguntaban hasta hace bien poco con cara de haber comido estiércol. ¡Te morirás de hambre! Siempre me parto la caja, pues allá se jama de lo lindo y gozas como un enano paseando por sus mercados.
Dense un voltio por Borough Market y alucinen; podrán hacerse con cualquiera de los productos que estos dos cocineros emplean en sus emisiones o libros y que dieron ya vuelta al mundo doce veces en piragua, de tele en tele: clotted cream, salchichas de Cumberland, bollos de azafrán, queso de Leicester, Somerset, Stilton o Cheddar, black bun, las mermeladas de Wilkin&Sons, pickle, chutneys, salsa de rábano picante y Worcestershire, crumble de ruibarbo, pasteles y empanadas de carne, purés amazacotados de patata de Norfolk, salsa gravy, buena verdura, espárragos, excelente fruta, peras, manzanas, fresas de Hertforshire y todo tipo de carnes, cerdo de Gloucester, cordero de Suffolk, mariscos y pescados que uno puede soñar echar a unas brasas o meter a un horno a asar y quedarse tan ancho.
¿Siguen sin creérselo? No sean petardos y dejen de arquear las cejas. Compren un billete de avión y corran al Rules, en Lartington Hall Park. Cuando Napoleón inició su campaña en Egipto, Thomas Rule, el fundador de este lugar, ya vendía comida en su garito. Lo abrió en 1798 y allí comieron Charles Dickens, William Makepeace Thakeray, John Galsworthy y H. G. Wells. Sus comedores y la gente que frecuentaba los salones aparecen en los libros de Rosamond Lehmann, Evelyn Waugh, Graham Greene, John Le Carré, Dick Francis, Penelope Lively y Claire Rayner. No está nada mal entrar en ese selecto club, así que para conseguirlo, bastará con que llamen desde el aeropuerto para reservar mesa y sentarse en ella.
Quesos ingleses a tutiplén.
En la carta y en letras destacadas tienen escrita toda una declaración de principios de la cocina de las islas: los platos principales incluyen patatas y verdura hervidas. Bébanse una par de Ales para abrir boca y no lo duden, pónganse guarros a sopa de Stilton y terrina de Grouse con jalea; sigan con salmón ahumado y cangrejo escocés, natural, del bueno; peguen un trago a la cerveza o pidan otra, no vaya a secárseles el pescuezo y arreen con una buena docena de ostras irlandesas, preparadas 'a la Rockefeller', con espinacas y Pernod. Y rematen con carne asada de buey Aberdeen; les colocarán sobre la mesa una chuleta tan grande como la de un mamut, escoltada con pudding de Yorkshire, mushroom & kidney pie. No se priven del postre, abran boca con un buen pedazo de Cheddar, pastel de fruta y vino de jengibre especiado y abandonen este mundo cabrón enterrando la cuchara en un sticky toffee pudding o una charlota de manzana con canela y naranja.
La próxima vez que oigan mearse en la cesta de la Gran Bretaña, permítanse la licencia de lanzar al viento un sonoro corte de mangas.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
David de Jorge &Co. son los responsables de mantener este invento llamado Robin Food. Sus variadas pajas mentales gastronómicas también tienen cabida en Atracón a mano armada.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
El cocinero británico quería llevar su revolución de la comida a esta pequeña ciudad de la América profunda, considerada como la más gorda e insana de Estados Unidos
En: ondakin.com
Recomendación: mami
Incluye los perritos calientes (por el riesgo de atragantarse y asfixiarse), los cacahuetes (por las reacciones alérgicas) o la lechuga (por la posibilidad de intoxicarse con nirovirus) visto en ondakin.com Traducir »
En: time.com
Recomendación: mami
Puede llegar a encarecerse en un 500% respecto al precio aportado al agricultor en origen
En: kurioso.es
Recomendación: mami
Hay series en las que algún plato o especialidad concreta aparece en varios capítulos, y se acaba convirtiendo en elemento emblemático de la misma. Ésta es una lista de los más memorables Traducir »
En: ondakin.com
Recomendación: mami
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.