El Gobierno intentará hoy acercar posturas entre patronal y sindicatos

Madrid.-  El Gobierno se enfrenta hoy al complicado reto de acercar las cada vez más distantes posturas entre patronal y sindicatos con el fin de conseguir un acuerdo en el diálogo social.

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(EFE)

Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo (i) y Cándido Méndez, respectivamente, conversan durante una reunión en el Congreso de los Diputados. EFE/Archivo

Así, está previsto que hoy por la tarde el Ejecutivo se reúna con los agentes sociales para lo que, previamente esta mañana habrá un encuentro bipartito entre Gobierno y sindicatos similar al que tuvo lugar el pasado viernes con la patronal.

En estos encuentros bilaterales, el Ejecutivo pretende reconducir el diálogo social, después del desencuentro que se produjo entre patronal y sindicatos en su última cita del jueves pasado.

Aunque no han trascendido los detalles de la reunión tripartita que tendrá lugar en el Palacio de la Moncloa, parece que tendrá un carácter técnico, ya que está previsto que asista, por parte del Ministerio de Trabajo, su secretario general técnico, Esteban Rodríguez Vera.

Además, a la reunión asistirán el jefe del Gabinete del presidente del Gobierno, José Enrique Serrano, el director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Javier Vallés, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez.

Al respecto, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, dijo estar seguro de que hoy "se avanzará" en la negociación, porque "todos los días se avanza para llegar" a un acuerdo "fructífero"

El Gobierno hará "todo lo que está en sus manos" para avanzar en el diálogo social y dejará autonomía a la hora de negociar a los agentes sociales, dijo hoy la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien les advirtió de que no podrán sobrepasar la "línea roja" referida a las cotizaciones sociales o al abaratamiento del despido.

Desde el Ejecutivo, también la titular de Economía, Elena Salgado, se refirió ayer a este asunto y dio "por supuesto" que se alcanzará un acuerdo antes de agosto, cuestión que contrasta con la opinión del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien amplió hasta el otoño la posibilidad de llegar a un pacto.

En este sentido, Díaz Ferrán rechazó que se fijen plazos, pidió que se dé tiempo a que las ideas maduren y consideró que "a lo mejor nos vamos de verano y todavía seguimos con alguna cosa atascada y tenemos que volver en septiembre", pero "no pasa nada".

A pesar de las intenciones del Gobierno, hasta el momento las posturas de patronal y sindicatos no parecen muy cercanas ya que los sindicatos han advertido de que no están dispuestos a aceptar que la CEOE haya vuelto a poner sobre la mesa su reivindicación de "máximos".

Díaz Ferrán les ha respondido que la CEOE va a seguir con sus propuestas, porque son "flexibles" y van dirigidas a generar más competitividad y empleo.

Fuentes cercanas a la negociación señalaron a EFE que tras las elecciones europeas, la CEOE se ha "decantado" por una línea encaminada a romper el diálogo social y aseveraron que tras el cambio de postura de la patronal hay "razones políticas" para "socavar" al Gobierno.

Un indicio, señalan, es el almuerzo que la patronal tuvo con el líder del PP, Mariano Rajoy, el 2 de julio, justo antes de que la reunión en la que los empresarios plantearon sus propuestas de máximos y dificultaron la posibilidad de llegar a un acuerdo.

Otro, según las mismas fuentes, son las declaraciones que hizo Rajoy en cuanto a que el Gobierno debe acometer una reforma laboral -algo que no forma parte de la actual negociación- incluso si no hay acuerdo entre las partes.

Para estas mismas fuentes, el diálogo social "ha caído en desgracia" porque esta nueva etapa de la CEOE (bajo la presidencia de Gerardo Díaz Ferrán) "no es como en la anterior" (cuando el presidente era José María Cuevas) y considera el diálogo social "bueno en la medida en que puede obtener sus objetivos".

No obstante, las fuentes advierten a la CEOE de la posibilidad de que el Gobierno, al final, pueda llegar a un acuerdo solo con los sindicatos, puesto que ellos "no plantean imposibles".