Valladolid.- La cosecha de cereal en Castilla y León, que es la principal Comunidad productora, rondará este año los cuatro millones de toneladas, menos de la mitad que la campaña récord de 2008.
Una cosechadora realiza su trabajo en un campo de Soto de Cerrato, Palencia. EFE/Archivo
La consejera de Agricultura de Castilla y León, Silvia Clemente, ha ofrecido esta mañana en Peñafiel (Valladolid) una estimación de cosecha de 4.002.989 toneladas en 2009, un 57,2 por ciento menos que el año pasado.
"Hay que tener en cuenta que en la campaña pasada la cosecha fue la más importante de los últimos veinticinco años", con más de 9 millones de toneladas, ha destacado la Junta de Castilla y León en una nota informativa.
Por ello, "si se compara con la cosecha media del periodo 2000-2008, de 6.295.600 toneladas, la disminución de la producción es del 36,4 por ciento", ha explicado la Junta tras una visita de la consejera a las labores de recolección en Peñafiel.
La superficie de cereales sembrada este año en Castilla y León, sin incluir el maíz, es de 1.872.450 hectáreas, un 16,9 por ciento menos respecto a 2008.
Por tanto, en comparación con el año pasado, la disminución de la superficie cultivada es de 379.104 hectáreas y de 5.340.531 toneladas en el caso de la producción.
En cebada, la reducción es de 242.327 hectáreas y de 3.375.008 toneladas, y en trigo de 167.153 y 1.632.007, respectivamente.
La estimación del valor de la cosecha "en estos momentos", a la espera de la evolución de los precios, es de 508 millones de euros, frente a los 1.800 estimados por la Junta el año pasado.
Las "causas" del descenso de la cosecha este año son principalmente, según la Junta, el descenso del precio del cereal, el incremento de costes de producción y las adversas condiciones meteorológicas.
Al importante incremento de precios en el verano de 2007, debido principalmente a la escasez de cereal en el mercado mundial, siguió un paulatino descenso a lo largo de 2008 y comienzos de 2009.
Este descenso es actualmente del 55 por ciento en el trigo y del 50 en la cebada, respecto al verano de 2007, al pasar de unos 24 céntimos de euro el kilo a los cerca de 12 que se pagan ahora.
Además, han aumentado los costes de producción, especialmente los fertilizantes, que "prácticamente han duplicado su coste", lo que ha llevado a muchos agricultores a reducir al mínimo en consumo de estos abonos químicos.
Asimismo, las siembras en otoño se tuvieron que retrasar en muchas zonas por las lluvias y las nevadas, mientras que la primavera fue muy seca, con golpes de calor que perjudicaron la maduración del grano.
En la actualidad, se ha cosechado cerca del 40 por ciento de la superficie de cereal al sur del Duero, y entre un 5 y un 20 por ciento en el resto de Castilla y León.
"La estimación de la cosecha incluso puede tener algún ajuste a la baja en función de los rendimientos obtenidos" en las zonas aún sin cosechar, ha advertido la Junta.
La disminución de la superficie de cereal ha supuesto un incremento de otros cultivos, como las proteaginosas, con un aumento de 34.223 hectárea, las leguminosas, con 64.822 más, y las forrajeras, con 56.106 más.
Los barbechos también han tenido un importante crecimiento, con 243.700 hectáreas más.
La superficie aprovechable por la agricultura en Castilla y León se sitúa en esta campaña en 5.058.000 hectáreas, un 0,83 por ciento más que el año pasado.
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