El autor material se niega a declarar pero lo incrimina el otro acusado

Barcelona.-  El presunto autor material del asesinato de una chica de 14 años ocurrido el pasado mes de noviembre en Ripollet (Barcelona) se ha acogido hoy a su derecho a no declarar en el juicio, pero se ha visto incriminado en el crimen por el otro acusado, que mantiene su inocencia.

En el juzgado de Menores número 3 de Barcelona se ha iniciado hoy, a puerta cerrada, el juicio contra los dos chicos, Sergio y Luis, de 15 y 14 años, respectivamente, y que afrontan cinco años de internamiento, la pena máxima para su edad, por el asesinato de su compañera de clase Maores, que murió degollada y apaleada en un descampado de Ripollet.

Sergio, que en su segunda declaración judicial se había confesado autor material del crimen, aunque escudándose en que oía voces que le decían que debía matar a la chica, se ha negado hoy a contestar a las preguntas de las acusaciones y de las defensas, incluida la suya, según han informado a Efe fuentes judiciales.

Por su parte, Luis, al que se imputa también un delito de asesinato como cooperador necesario, ha negado cualquier implicación en el crimen y ha asegurado que se limitó a acompañar a su amigo porque éste quería conversar con Maores, aunque desconociendo por completo sus intenciones.

Tras pasar a recoger a la víctima por su casa, según la versión de Luis, los tres se dirigieron hacia un descampado, donde él permaneció alejado para permitir que la pareja conversara en intimidad.

En cierto momento, Luis ha explicado que vio discutir a Sergio con Maores, por lo que se acercó a ellos para separarlos, pero su amigo le exigió que se apartara bajo la advertencia de que si no lo hacía sería "peor para él".

Por ese motivo, Luis afirma que le esperó a unos metros, detrás de un camión que le impedía ver lo que sucedía, y que instantes después Sergio regresó, con las manos manchadas de sangre, diciéndole que a Maores "aún le latía el corazón", tras lo que ambos se marcharon por aceras diferentes.

En el juicio ha declarado también como testigo, mediante videoconferencia, un camionero que dormía en su vehículo en el descampado donde ocurrió el crimen y que ha asegurado que oyó un quejido ahogado y vio un chico "encima de un bulto".

Al pensar que se trataba de una pareja que se estaba peleando, llamó a los mossos d'esquadra y esperó su llegada, sin decidirse a intervenir.

La vista de hoy no ha logrado aclarar el móvil del asesinato de Maores, quien, según han testificado hoy sus amigas, estaba enamorada de Sergio y le enviaba múltiples mensajes para declararle su amor, aunque entre ellos nunca hubo ningún tipo de relación sentimental.

Claves para enjuiciar a los dos procesados son dos mensajes que se intercambiaron por el "messenger" antes y después del crimen: en el primero de ellos Sergio decía a su amigo que tenía que matar a Maores y en el segundo, al día siguiente del asesinato, le indica que si la chica no está muerta, la próxima vez empleará "una barra de hierro".

Según han declarado los mossos que investigaron el caso, de esa frase se deduce que los menores no estaban seguros de que Maores había fallecido.

La defensa de Sergio admite los hechos que se imputan al menor y pide que se le rebaje la condena a tres años de internamiento, por la atenuante de trastorno mental, mientras que la de Luis reclama su absolución al sostener que no tuvo ninguna implicación en el crimen.

El crimen de Maores, que conmocionó a la población de Ripollet por su brutalidad y la corta edad de los presuntos autores, ocurrió la noche del pasado 1 de noviembre en un descampado del barrio Can Mas de la población cercano a la casa de la víctima, donde los dos menores procesados habían pasado a recogerla.

La víctima, de 14 años, murió desangrada a consecuencia de una cuchillada en el cuello, aunque el cuerpo presentaba otras heridas de arma blanca y diversos golpes.