Herrera defiende que el cierre de Garoña sólo responde a un "capricho" de Zapatero

Palencia.-  El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha insistido hoy en que el hipotético cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) sólo respondería a "un capricho" del presidente del Gobierno, "que seguramente no se atrevería a tomar esta misma decisión en otra comunidad autónoma".

Durante la inauguración del módulo cubierto de atletismo del Centro de Perfeccionamiento Técnico Deportivo del Campo de la Juventud de Palencia, Herrera ha manifestado que "siempre hay tiempo para que el Gobierno reconsidere su decisión de desmantelar Garoña".

A su juicio, se trata de una decisión que "no tiene ni sentido común, ni social" en un momento de dificultad económica y que "no corresponde mas que a un capricho de un Presidente de Gobierno y de un Gobierno de la Nación que le están haciendo un flaco favor a esta comunidad autónoma".

Si bien ha confiado en que "siempre es un buen momento para que el Gobierno reconsidere lo que parece ya una decisión anunciada", y que ni siquiera está avalada por el Consejo de Seguridad Nuclear, que sigue manteniendo que la vida útil de esa central puede prorrogarse 10 años y con ello los 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos y su aportación a sistema energético nacional.

"Esta es la institución en la que una sociedad moderna debe confiar y no en los caprichos de los políticos", ha subrayado.

Así mismo ha reiterado que el Ejecutivo Autonómico se ha pronunciado al respecto "con toda lealtad y firmeza" y ha incidido en que la decisión de cerrar Garoña, "aunque se enmascare, nos parece un capricho".

El presidente de la Junta de Castilla y León ha criticado también el cambio de opinión de los socialistas de Castilla y León, que "no hace mucho se expresaron unánimemente al respecto en las Cortes y ahora siguen las indicaciones de Moncloa y hacen de correa de transmisión política de Ferraz".

Y aunque ha confiado en que "mientras hay vida administrativa hay esperanza", se ha lamentado del devenir de los hechos, ya que todo indica que ya hay una posición tomada, "impuesta por un criterio absolutamente personal del Presidente del Gobierno".

Un criterio, que según Herrera, no comparten algunos ministros del Gobierno y que sobre todo "no defiende los intereses sociales y económicos de Castilla y León".