Las asignaturas que les han quedado a ZP y Rajoy

Los niños ya tienen sus notas. También toca calificar a nuestros políticos. Por lo pronto han suspendido en responsabilidad, incapaces tan siquiera de alcanzar los pactos prometidos para antes del verano. Por ejemplo, el fondo de rescate, el pacto de Toledo o la financiación autonómica. Sólo en terrorismo han hecho los deberes.

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No valen los pucheros al final si durante el curso no se trabajó bien.

Tu padre te soltaba un bofetón, así, de aperitivo, en cuanto comenzaba a leer las notas. Mientras se iba intensificando el tono rojizo en su cara, tú practicabas cálculo mental sumando sobre la marcha a cuánto ascendería el total de castigos. Hoy, la exigencia paterno-académica se ha relajado; ni siquiera los políticos pagan por sus suspensos. Las recientes elecciones autonómicas confirman que por X o por Y los votantes somos cada vez más permisivos, llámese a X apatía o a Y, desilusión. No hubo reprimenda en las urnas ni para el PSOE, por su manejo de la crisis económica, ni para el PP, por los supuestos casos de corrupción.

Lo cierto es que en el temario del curso, los asuntos pendientes están bien claros. Y salvo en terrorismo, el resto de las asignaturas se han quedado sin el aprobado. El primer suspenso es en materia de responsabilidad política. Excepto para inyectar financiación a la banca, los dos grandes partidos no han alcanzado pactos significativos. Zapatero exigió responsabilidad a los ciudadanos para acabar con la crisis, una vez la hubo reconocido él mismo. Y ésa es la cantinela que nos ha acompañado día tras día desde que Obama en su discurso de investidura pidió a los norteamericanos que arrimaran el hombro y se sacrificaran para sacar el país adelante. El presidente español, mimetizado con su homónimo, ha insistido como si el sacrificio fuera una elección en lugar de una imposición. Por supuesto, Rajoy, hipnotizado también por el efecto Obama, se hizo eco inmediato de las palabras de la gran esperanza blanca. Sin embargo, ni uno ni otro han demostrado auténtico interés en negociar y concretar acuerdos que impulsaran la maltrecha situación económica y social. "Lo único digno de mención en cuanto a pactos, digamos, de Estado entre PP y PSOE han sido los acuerdos sobre el sector financiero. Ahora está sobre la mesa lo relativo a la ordenación del sistema audiovisual y la reforma del estatuto de Castilla-La Mancha. Luego en Proposiciones No de Ley hay infinidad de acuerdos pero, la verdad, carecen de virtualidad política suficiente…", comenta un diputado del PP cercano a Rajoy al que no le duele reconocer la evidencia.

La confrontación como fórmula para diferenciarse es uno de los dogmas políticos más practicados por los partidos, pero hasta ese recurso tiene un límite, y en lo que va de legislatura se ha traspasado. Ni siquiera el famoso fondo de rescate. La creación consensuada de un fondo y un método para reflotar a las entidades financieras en serio peligro a causa de los riesgos asumidos en los años de bonanza era uno de los escasos acuerdos que parecían factibles. Pero tampoco. Doce cajas de ahorro con una morosidad superior al 6% a 31 de mayo, según datos de la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro) parecen motivo suficiente para redoblar el esfuerzo por pactar. Aquí sería aconsejable 'copypastear' a Obama, quien se ha dejado de prejuicios a la hora de meterle mano al sector. El ex ministro 'pepero' Cristobal Montoro y el secretario de Seguridad Social, Octavio Granado trabajan en la hoja de ruta de un diseño que no termina de cuajar. La urgencia es tal que el Gobierno ya tiene preparado y listo para aprobar en consejo de ministros el Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB). El Banco de España se hará con las riendas de las entidades en coma, restando poder a las autonomías —lo que ha provocado el cabreo de Montilla en Cataluña y de Griñan en Andalucía—.

¿Dónde está la reforma del sistema de pensiones?

El pacto en financiación autonómica no se ha producido, y eso que la vicepresidenta De la Vega, aseguró antes de las elecciones que "Gertru —la secretaria de Zapatero— ya está buscando una fecha para convocar la Conferencia de Presidentes en cuanto pasen las elecciones europeas, a mediados de junio más o menos". "Subir el listón a partir de lo que se pueda pactar con Cataluña, es una táctica tan antigua como eficaz y, salvo que se esté dispuesto a aceptar cualquier cantidad de déficit público, el acuerdo será imposible, y ni las comunidades autónomas gobernadas por el PP ni sus diputados lo apoyarán", apunta Jordi Sevilla en su blog.

Suspenso también para la reforma laboral nonata que tanto se demanda desde distintos sectores y que recomendaba la propuesta de los 100 economistas de la que ha pasado Zapatero.

El nuevo pacto de Toledo sobre el futuro del sistema de pensiones que todas las fuentes parlamentarias consultadas a lo largo del año presagiaban firmado en julio, se aplaza como pronto hasta septiembre. "Saber en qué queda la reforma presupuestaria y cómo se va a financiar un déficit del 10% del PIB son asignaturas a las que se ve un horizonte más lejano que el inmediatamente posterior al verano" apostilla un diputado socialista preocupado por las calificaciones de sus colegas en el Gobierno. Aprobar, sólo aprueban en los gestos de unidad frente al terrorismo de ETA. ¿Es suficiente?